Little nightmares II

 Puedo decir sin temor a equivocarme que Little nightmares II es el mejor juego al que he jugado en lo que llevo de año. Se trata de un videojuego de terror de estilo plataformas en el que tienes que ir resolviendo distintos puzzles para seguir avanzando en la historia, al igual que sucede en otros juegos de los que ya hemos hablado en este blog como el Limbo o el Inside. Sin embargo el parecido no va mucho más allá de eso y de ser un niño pequeño al que le están pasando cosas muy locas.

En esta ocasión encarnas a Mono, un niño pequeño al que le gusta llevar sobreros grandes y estrambóticos que le cubren toda la cara, lo que permite que te identifiques aún más con él al dejar a tu libre elección la cara que hay bajo esa bolsa de papel. Mono se mueve a través de un mundo corrupto atravesando espeluznantes bosques y siniestras escuelas hasta llegar a la Torre de Señales gracias a la cual el Anfitrión que ha hecho de los espectadores de TV simples zombis ansiosos por unas cuantas ondas. En su búsqueda por descubrir el foco de este mal que todo lo contamina, se encuentra a Six, una pequeña niña de chubasquero amarillo que también tendrá que aprender a superar sus miedos para confiar en ti y, juntos, lograr escapar de esta pesadilla que os atormenta.

La estética de Little nightmares II es simplemente espectacular, con todos los detalles cuidados al milímetro combinando estilo cartoon, muppets y minimalismo de una manera magistral, consiguiendo que te quedes atrapado entre sus siniestras calles y sus edificios imposibles. Eso por no hablar de la resolución de puzzles que, para no caer en spoilers, tan sólo diré que los hay realmente originales. 

El juego se vale de los terrores infantiles para transmitir una sensación de desasosiego inconmensurable: el tamaño tanto de los adultos que pueblan este mundo así como del mobiliario circundante es directamente inconcebible haciéndote sentir pequeño e impotente, los juegos de luces y sombras evocan directamente con el típico terror infantil a la oscuridad y lo que en ella se puede esconder, se coquetea fuertemente con el bullying y el miedo a la escuela, a la típica profesora siniestra que todos hemos tenido y a la legión de pequeños monstruitos cuyo único objetivo de su joven vida es hacerte la vida imposible. Estos y otros muchos horrores te esperan si decides zambullirte en las entrañas de Little nightmares II. 

No me gustaría acabar este post sin mencionar antes un par de cosas más.

Me ha encantado especialmente el vínculo, la relación que los creadores de este juego maravilloso han conseguido que desarrolles con Six. En muy poco tiempo te sientes responsable de ella y de su seguridad, como si fueras su hermano mayor, cosa que se ve favorecida en parte por el menor tamaño de ella y su aparente fragilidad (aunque la condenada corra y salte más que tú). Little nightmares II consigue a través de esa pequeña niña de chubasquero amarillo que cada metro que recorres, cada prueba que superas, lo hagas por ella más que por ti mismo, por sacarla a ella de ese infierno de terrores innombrables. Quieres cuidarla y protegerla casi desde el minuto uno, lo que hace que te impliques en el juego mucho más allá de la mera supervivencia y superación de obstáculos. Para mi esta una diferencia palpable tanto con Limbo como con Inside.

Por último, y como cosa puramente anecdótica, también me han gustado las referencias que he podido pillar de Poltergeist, Chanel Zero incluso a Slenderman, The Ring o It. No ahondaré en cuáles son esas referencias porque si os parecéis algo a mi, os gustará descubrirlas por vosotros mismos cuando lo juguéis, pero estoy segura de que alguna de las imágenes de este post os habrán traído recuerdos nítidos. 

No he tenido el privilegio de jugar al Little nighmares I pero tener por claro que pienso jugar tanto al I como al III cuando salga este mismo año. En cuanto al Little nightmares II espero tener algo más que decir en poco tiempo, cuando consiga descubrir el final secreto que se oculta en el juego. ¡Os mantendré informados de mis progresos!