The witcher


Bien ha llegado el momento de hablar de The witcher, la serie de Netflix basada en el universo mágico creado por Andrzej Sapkowski.

Hace ya un tiempo escribí un post sobre los videojuego de The witcher en los que, desde el desconocimiento de aquel momento, dije que no creía que la serie que estaban haciendo fuera a hacer justicia a los juegos. Tampoco me gustaba al elenco que habían escogido, en concreto no me entusiasmaba la idea de ver al super musculado Henry Cavill en la piel del fibrado Geralt de Rivia.

Hoy, años más tarde, con los libros leídos y habiendo jugado a los juegos, admito con alegría mi error. En cuanto a Cavill... ¿Qué queréis que os diga? Una se acaba acostumbrando a ver tal catálogo de músculos aunque no pueda decir lo mismo de las hechiceras, grandiosas diosas del erotismo tanto en la saga como en los videojuegos y simples personas en la serie pero qué se le va a hacer...

La serie bebe al tiempo tanto de la saga de libros del polaco como de los juegos de acción y fantasía creados por CD Projekt RED, generando un híbrido bastante bueno de ambas historias. Como no puede ser de otra manera y como pasa siempre en las adaptaciones, la serie tiene sus cicatrices producto tanto de esta fusión de las dos historias como de las propias incorporaciones y licencias artísticas que se ha permitido Netflix a la hora de hacer la adaptación. Sin embargo, estas cicatrices sólo visibles para los ya iniciados de antemano en el universo de The witcher no impiden al espectador disfrutar de una historia compleja y con más capas de las que puede parecer a simple vista.


Tras una temporada que pudo resultar bastante confusa y caótica debido a los saltos temporales protagonizados por personajes que no envejecen, nos encontramos ante una segunda temporada más lineal y fácil de seguir. Pero hagamos un pequeño resumen de las temporadas.

En la primera temporada tuvimos la típica presentación de los personajes, una descripción muy somera de su personalidad y propósitos en la vida, algunos conflictos geopolíticos a los que no le habría venido nada mal un mapa de situación y unos cartelinos a pie de foto, una muestra de algunas de las distintas razas que pueblan el mundo y la relación entre ellas, algún que otro monstruo al que matar y, por supuesto, la semilla de lo que será la trama principal de la serie, Cirilla. 

En la siguiente temporada conseguimos un conocimiento más profundo de los protagonistas de esta historia, sobre todo de Geralt al que se le ha permitido hablar un poco más allá de sus ya típicos "hum" y "damm it!" aunque debo decir en favor de la serie que el brujo no es famoso por su gran elocuencia, cosa que han reflejado muy bien. Siguen echándose de menos los carteles que comentaba anteriormente aunque poco a poco vamos haciéndonos una imagen mental de los intereses de cada facción a base de conspiraciones, traiciones y alianzas. Antes hablaba de las licencias artísticas que se ha tomado Netflix, siendo mayores en la segunda temporada. Si dichas licencias mejoran, empeoran o son indiferentes a la hora de contarnos la historia ya lo dejo al criterio de cada uno. A mi particularmente, y dejando aflorar ese cuarto de sangre gallega que llevo dentro diré que, algunas empeoran la historia y otras non.

Como todos sabréis ya, la tercera temporada será la última para Henry Cavill como el Lobo Blanco y, mucho me temo, que también será la última para muchos de los espectadores entre los que probablemente me encuentre aunque no quiero adelantar acontecimientos. Está confirmado que el encargado de dar vida a Geralt de Rivia en la cuarta temporada será Liam Hemsworth. Como dije anteriormente, yo me he introducido en el mundo de The witcher hace años a través de los videojuegos por lo que tenía una imagen preconcebida de cómo debía ser Geralt así que sufrí una pequeña cascada de emociones cuando supe que Netflix tenía intención de pasarlo a la pequeña pantalla. En un primer lugar me alegré. ¡Por fin una serie hecha para mi! En mi opinión hay una escasez alarmante de fantasía en nuestras vidas. Pase rápidamente a una gran indignación al saber que Geralt iba a ser interpretado por Cavill. ¡Geralt de Rivia no era así! Geralt es fuerte pero fibrado, ágil, con esos ojos de súper depredador nocturno que dan un poco de miedo, lleno de cicatrices por incontables y épicas luchas brujo-monstruo, todo eso sin renunciar por supuesto al componente "¡Ouh, mama!" que vibra latente en cada una de sus células mutadas y es que Geralt es un madurito muy interesante. Como digo, para mi (y es que esto es una cuestión puramente subjetiva) Henry Cavill no encajaba con esta descripción pero poco a poco se fue ganando un hueco en mi corazón al interpretar a Geralt fielmente y desde el máximo respeto tanto al escritor y su obra como a los fans de la saga y los juegos. Y ahora Liam Hemsworth... Si Cavill me parecía demasiado joven para mis estándares de sugar daddy ya os podéis imaginar lo que me parece Liam.

Eso en lo referente al aspecto estético de la serie. 


En cuanto a la trama, estoy segura de que todos estamos al corriente de las desavenencias entre Henry Cavill y Netflix a la hora de adaptar la saga de Geralt de Rivia a la pequeña pantalla. Antes de nada tengo que decir que no me considero una purista loca, una especie de nazi de la fidelidad al material original, no. Al fin y al cabo se trata de una adaptación por lo que, en principio, no tiene por qué tener nada de malo que el director le de su toque personal a la obra. Me da igual que transformen a personajes femeninos en masculinos y viceversa, que gente que en principio debería regirse por los estándares del caucásico medio sea, sin motivo aparente, orientales o sudafricanos. Todo eso me da igual siempre y cuando, eso si, no se altere la esencia del personaje. Si lo que caracteriza a Jasckier es una fidelidad encomiable a Geralt, un talento natural por seducir a mujeres solteras y casadas de toda condición social y un don innato para hacer que su música se convierta en un himno para todo el mundo... ¡Hostia no me lo cambies! Si lo que hace que Yennefer sea Yennefer es un orgullo y una independencia que en ocasiones puede llegar a rayar lo ofensivo... ¡No hagas que se arrastre! Si Vesemir es para Ciri como un tío, igual que fue como un padre para Geralt, si todos y cada uno de los brujos de Kaer Morhen estarían dispuestos a ser desangrados por una lamia antes de dejar que nadie le toque uno de sus cenicientos cabellos... ¡Joder, no me los pongas como una panda de capullos egoístas y avariciosos más centrados en su propia supervivencia que en la protección de esa niña a la que quieren como suya! Eso ya son cambios mayores que trastocan por completo tanto las novelas como los libros poniendo a prueba la paciencia de los fans y, por lo que hemos sabido, de Henry Cavill. Realmente no sé a dónde pretenden llegar con estos cambios, cualquiera diría que no puede ser tan difícil coger una historia que ya está escrita y reproducirla. ¡Qué no tienes que inventarte tu propia historia coño!

En definitiva, me preocupa y entristece la deriva que ha ido llevando la serie. Era una muy buena oportunidad para hacer algo realmente guapo pero parece que las series basadas en juegos se resisten a ser buenas (a excepción, claro está, de The last of us, obra maestra absoluta en su género).

Comentarios

  1. Personalmente, no puedo hablar de las diferencias entre la serie y los videojuegos o libros, ya que no he pisado ninguno de los mundos de Geralt fuera de Netflix, pero no veo en que puede ganar la serie apartándose del material original que tanto ha gustado a tantísima gente.

    Dicho esto, hasta ahora a mi la serie me ha encantado, pero no se si seguiré.

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  2. Vista ya la serie al completo. Al final parece que ha intentado abrazar un poco más al libro de lo que lo hizo al principio de la temporada. Veremos qué nos depara la siguiente temporada.

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