The last of us


 Ya que mis compañeros blogeros no se pronuncian tendré que hacerlo yo.

¡Vaya puta pasada de serie! 

Doy por hecho que el videojuego es igual o mejor que la serie de HBO, ya que no he tenido el placer de jugarlo. Ahí tendré que apoyarme en la opinión de aquellos afortunados que sí lo hayan hecho. 

Por diferentes motivos que no vienen al caso no pude ver la serie hasta ahora pero sorprendentemente logré llegar virgen de spoilers a ella. No temáis, mi intención es que aquellos tardones como yo que no la hayan visto aún puedan disfrutar la experiencia sin interferencias.

Como todos sabéis The last of us es la adaptación de HBO del juego homónimo del 2013 producido por Naughty Dog y Iron Galaxy Studios. Desgraciadamente para mi (y para muchas más almas en pena) este juego sólo está disponible para Play Station y PC así que nos tendremos que contentar con esta increíble serie, que no es poco.

El caso es que veinte años después de haber estallado el apocalipsis hongo en el que el Cordyceps se ha adueñado de los cuerpos de gran parte de los seres humanos, Joel y Tess, dos buscavidas de reputación, reciben un raro encargo: sacar a Elie, una niña de 14 años, fuera de la zona de cuarentena. El objetivo es llevarla junto con los Luciérnagas, un  grupo de terroristas-libertadores que luchan contra el régimen militar de FEDRA impuesto en este mundo decadente.

A primera vista se podría pensar que es la típica historia de zombis (hongombis/zombongos en este caso) pero si así fuera yo no estaría escribiendo esto. Por algún motivo extraño que no logro entender, todas esas series y películas de zombis que disfrutaba con deleite gore cuando no levantaba un palmo del suelo, me asquean ahora que peino canas. Sin embargo The last of us me ha encantado. ¿Cómo es esto posible? La respuesta es muy sencilla: es una serie emocional. No se trata tanto de tratar de sobrevivir a un apocalipsis sino más bien de la vida y cómo nos enfrentamos a ella pese a las circunstancias que nos rodean, o al menos así lo viví yo. 

Una cosa que me suele pasar cuando veo películas/series es que para mi, persona lenta en el trato con las personas cárnicas reales, las relaciones entre los personajes siempre me parece que van demasiado deprisa, en un constante "te acabo de conocer y ya te quiero" propio del perro de Up que me veo obligada a aceptar a favor del disfrute de la historia. Parece lógico que las reacciones, emociones y relaciones se aceleren para poder contar una historia en, digamos, unas dos horas y media de película. Las series tienen una pequeña ventaja sobre el cine en este aspecto, ya que dispone de más tiempo para darle profundidad y sentido al carácter de los personajes, siendo de este modo más lógicos sus comportamientos. Dicho todo esto debo añadir que, aún así, no muchas series (y aún menos películas) se toman el tiempo necesario para imprimar al personaje de una personalidad real, que por plausible, acabe resultando cercana, pudiendo incluso llegar a empatizar de alguna manera con él. Repito que todo esto es mi opinión personal, totalmente sesgada por mi carácter introvertido. Toda esta disertación que os acabo de meter es un intento de explicaros por qué me sentí tan cómoda viendo The last of us, en la que los personajes se toman su tiempo para contarte las cosas justo en el momento en el que hay que contarlas, ni un minuto antes, ni un minuto después. El resultado final es una sinfonía perfecta interpretada de manera magistral por Pedro Pascal en la piel de Joel y Bella Ramsay como Elie, a los que ya habíamos podido ver antes en Juego de Tronos interpretando a Oberyn Martell, la Víbora Roja, y a la honorable Lyanna Mormont.

La serie también nos permite ver a través de pequeñas ventanas de tiempo cómo se han enfrentado otras personas al Cordyceps en otras partes del mundo y cómo les afectan esas decisiones que han tomado. De este modo y sin previo aviso, nos damos de cara con "Mucho, mucho tiempo", el tercer capítulo de la serie y, para mi, el mejor de todos si me viera obliga a escoger. Se trata de un capítulo conmovedor, emocionante y desgarrador a partes iguales, contado de boca de Bill, quien se ve obligado a tomar una serie de decisiones al encontrarse un día a un desconocido intentando entrar en su discreto y bien guarnecido campamento.

Y hasta aquí diré. Si eres de las pocas personas que todavía no la ha visto no lo dudes más, tienes hasta finales del 2024 o principios del 2025 que salga las segunda temporada para ponerte al día. ¡Disfruta!



Comentarios

  1. Me encantó Pedro Pascal, quiero una cazadora como la suya!

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  2. Hace un papel increíble. Consigue transmitir a la perfección las emociones haciéndolas tuyas.

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