1883

Si viste la serie Yellowstone y sus flashback te hicieron venir ganas de saber más sobre los orígenes de la familia Dutton, de cómo llegaron a Montana huyendo de la miseria y se instalaron en Paradise Valley, cerca de la ciudad de Bozeman, no puedes perderte esta precuela.

1883 narra el periplo de una caravana de pioneros a través de las Grandes Llanuras, partiendo de Texas y con destino Oregón. Han pasado pocos años después de la guerra Civil Americana, un excapitán de la Unión y su sargento están reuniendo una caravana de emigrantes centroeuropeos para ir hacia el oeste. A ella se une un excapitán Confederado con toda su familia.

Es un viaje peligroso para el que casi nadie parece estar preparado. Un viaje de colonización, vidas que empiezan de cero. Carretas sobrecargadas, gente inexperta y poco adaptada a la dureza del territorio. La ruta no tardará en quedar jalonada con cruces rudimentarias marcando las tumbas de los más débiles. Al principio son accidentes: picaduras de serpiente, caídas de caballo, atropellos de carro, ahogamiento al cruzar el primer río. Más adelante son ataques de cuatreros, bandidos o indios que ven amenazada su forma de vida ancestral. Sólo los más duros sobreviven al viaje, muy pocos llegarán a su destino. Poco a poco, lentamente, el número de carretas e integrantes de este duro viaje van reduciéndose, dejando a su paso un reguero de pertenencias, recuerdos y vidas frustradas.



La familia Dutton parte de Texas con 6 miembros: el cabeza de familia, James Dillard Dutton, Claire, su inquebrantable mujer, su hija de 18 años Elsa, protagonista inapelable de esta historia, el hijo menor, de  unos 5 o 6 años, la hermana viuda del capitán Dutton, Margaret, y su hija adolescente. De todos ellos, sólo 3 llegarán a su destino.

Elsa, en la flor de la vida, no tardará en empezar a disfrutar del viaje. Para ella es una experiencia vital. Todo es nuevo, está lejos de casa, las ataduras sociales ya no existen, ya no importa el que dirán, ya nadie la juzga y si juzgan sus actos, ¿qué más da? Quizá mañana estés muerto y la Parca borre tu sonrisa burlesca o esa mueca de reprobación. Emigrar es empezar de cero, está todo por construir y ello le permite hacer toda clase de descubrimientos hasta ahora vetados por el encorsetamiento social, por las normas que rigen la vida en la ciudad. Guiada por su padre, a las pocas semanas ya es una vaquera más: las estrellas por manta, el suelo su lecho y el caballo su hogar. La vida le hace aprender rápido. En el camino surge el amor pero la muerte no tarda en borrar el brillo de sus ojos. Es una luchadora, y como tal marcará el destino de la familia, el lugar donde se asentarán para siempre sus próximas generaciones hasta la actualidad. Oregón ya no es su meta, el viaje debe terminar, y al final ella escogerá el sitio donde vivirán, crecerán y reposarán para siempre la familia Dutton.

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