Cortar por la línea de puntos

 


Al igual que sucede con BoJack Horseman, Cortar por la línea de puntos es otra de esas series de dibujos que deberían de anunciarse con una advertencia en letras blancas sobre fondo azul antes de empezar con la acción. Algo corto y contundente del estilo:

"Lea la sinopsis de esta serie antes de tomar asiento. 

Si tiene algún trauma similar al del protagonista, acuda rápidamente junto a sus familiares y amigos y póngale solución.

Para cualquier tipo de trauma nuevo consulte con el psicólogo más cercano."

Porque sí, señores, esta pequeña serie de tan sólo seis capítulos de veinte minutos cada uno es capaz de destrozar a sensibles, neuróticos y empáticos por igual. Y aún así, os recomiendo que la veáis.

La historia está narrada en primera persona y a través de su protagonista, Zero, vamos viendo la evolución y la no evolución al mismo tiempo de un joven desde su más tierna infancia en el colegio hasta convertirse en un adulto de 37 años. 

El hecho de que se trate de una serie italiana le da, tristemente, un plus de empatía y realismo más para nosotros, los españoles, por compartir ciertos símiles culturales y sociológicos, en este caso enfocados al mundo laboral y familiar.

Zero es un chico lleno de ilusiones frustradas, miedos, dudas, agobios, egoísmo y paranoias auto-impuestas incapaz de avanzar en la vida mientras el tiempo se le escurre entre los dedos casi sin darse cuenta.

Sus mejores amigos, Sarah, Secco y Alicce, muestran distintos enfoques a problemas que guardan cierta similitud.

Cortar por la línea de puntos trata, bajo una estética infantil, temas complicados y a veces controvertidos como la depresión, el desempleo juvenil, el suicidio, la ansiedad, el envejecimiento, el sesgo social, la autosugestión o la paranoia. Y, pese a que todo esto puedan parecer cualidades negativas, yo creo que es una serie que llama en cierto modo a la esperanza, a la movilización de uno mismo en busca de aquello que quiere antes de que sea demasiado tarde y a la abolición del estatismo auto-impuesto.

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