El gatopardo

 El gatopardo es una miniserie italiana con todo el encanto de la seduzione que eso supone. Y es que, ¡qué habrá mejor que el paisaje italiano, el café italiano, esos hombres italianos que parecen esculpidos por el mismísimo Zeus, esas mujeres italianas de largas y onduladas melenas color azabache con más genio en una sola de sus cejas que todas las mujeres de la campiña británica juntas haciendo fuerza! 

Oh, el carácter italiano, tan fácil de empatizar con el por su fuerza, por su bravura, por esa explosión de sentimientos que no se intenta ni contener un poquito. ¡Bellissimo! Desde aquí declaro que no existe ni existirán nunca nacionalidades, razas, etnias o culturas mejores que las latinas para expresar los sentimientos destilados a su estado más puro, destacando entre todas la italiana. Puede hasta que me anime y haga un ranking, ahora que lo pienso...

Pero a estas alturas seguro que os estaréis preguntando de qué va la serie. Pues bien amigas, os presento a la trama:

La trama tiene unos intensos ojos azules, pelo entrecano de color negro y metro noventa de pura elegancia, orgullo y saber estar. Su nombre es Fabrizio Corbera, príncipe de Salina, también conocido como Il gattopardo así en negrita, cursiva y subrayado. Este sobrenombre le vine dado por su escudo de armas, y os puedo asegurar tanto a hombres como a mujeres que querréis conocerle más en profundidad a los pocos minutos de haberle conocido. El gatopardo esta basado en la novela homónima de Giuseppe Tomasi di Lampedusa (¡A que mola el nombre, eh!) , así como el príncipe de Salina está basado en el bisabuelo del escritor, Giulio IV di Lampedusa (¡Que también mola un huevo!) pero no ha existido realmente ningún Fabrizio Corbera. Durante esta miniserie de tan sólo seis episodios asistimos a los cambios que asolan a los distintos estados en los que estaba compuesta Italia durante su unificación como una única nación. La historia está narrada tres puntos de vista principalmente, dando una visión de conjunto en la que vemos cómo afectó a las diferentes clases sociales. 

Por un lado tenemos al príncipe Fabrizio Corbera, il gattopardo, y su familia, como representantes de uno de los últimos reductos de la monarquía borbónica que aún se mantiene en pie durante la unificación italiana. Esto es debido a su antigüedad, a su linaje, a su fuerte posición económica, pero, sobre todo, a la ventajosa situación geográfica que tenían ya que su casa principal y la mayoría de sus dominios estaban situados en la pequeña isla de Sicilia, alejada de las guerrillas y los saqueos constantes por parte de los rebeldes. El príncipe de Salina combina de una manera magistral la elegancia de la monarquía, la fuerza del carácter italiano y la ambivalencia de un siciliano. Su único propósito es mantener a su familia fuerte, a salvo y unida, y no dudará en hacer lo que sea necesario para ello, eso sí, siempre derrochando estilo por cada uno de sus perfectos poros.

Por otro lado está Tancredi Falconeri, sobrino del príncipe y adoptado por éste como uno más de sus hijos tras la prematura muerte de su madre, hermana de Fabrizio. Tancredi es un joven vividor y aventurero cuyo objetivo en la vida es crearse su propio nombre sin la necesidad de depender económicamente de su tío y cuya perdición es la impaciencia, que en ocasiones le hace precipitarse a la hora de tomar decisiones vitales. Joven e inteligente es más consciente que el resto de su familia de los cambios que está a punto de sufrir tanto la nación como la aristocracia y no está entre sus planes estar en el bando perdedor cuando todo termine. Su mentalidad oportunista le hará correr riesgos en ocasiones excesivos con la promesa de un futuro mejor para él, sin importarle demasiado lo que le pueda pasar a la gente que le rodea.

Y por último tenemos a la familia del alcalde de Donnafugata, Don Calogero Sedàra, un prestamista y usurero de orígenes humildes y obsesionado con pertenecer a la monarquía de alguna manera, la que sea, eso es lo de menos, si para ello hay que pagar un estudio heráldico para ver si tu familia es descendiente de no sé qué barón por parte de su amante, sea ¡Qué más da, lo importante es tener 1/32 de barón corriendo por tus venas! Sedàra pertenece a esa nueva clase social en expansión que es la burguesía, burguesía que se yergue sobre los hombros de hombre como Fabrizio a base de la extorsión, la manipulación, el robo y, si es necesario, el asesinato. No dudará en usar a su hija, Angélica, una mujer de incuestionable belleza a la que le rodea una fortísima aura de lascivia mal contenida e inocencia juvenil a duras penas fingida y es que para algo es la hija de Monica Bellucci en la vida real.

Quindi, per favore, credetemi quando vi dico che é la miglior serie che vedrete quest'anno.

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