Abigail
La verdad es que hacía bastante, bastante, que no lo pasaba tan bien con una película de terror. Y con esta atrevida declaración, doy inicio a la reseña.
Abigail empieza con una premisa simple, un grupo bastante variado y completito de criminales secuestra a la hija de un millonario desconocido y se encierra con ella en un caserón misterioso a espera de cobrar y repartirse el rescate. Hasta aquí todo bien, parece un grupo bastante profesional, variadito y preparado, con un cerebro o un músculo preparado para cada imprevisto, pero es todo apariencia. En realidad encajan como piezas de varios puzles mezclados, algunas mejor que otras, y tienen una buena dosis de tonterías, cada uno a su modo, que hacen que siempre haya alguien a quien coger cariño y alguien a quien disfrutes viendo morir.
Y es que, amigos, de eso va la peli. No es que sea el guion más original, pero cuando está bien hecho funciona a las mil maravillas. Este es uno de esos casos en los que miras a la pantalla preguntándote ¿Morirá primero el mío? ¿Estos dos se enrollaran y, lógicamente, caerán justo después? El tráiler hizo un flaco favor al espectador, se sabe que hay vampiros, una niñita con la cara pintada de sangre... Bueno, no hay mucho que inventar a partir de este punto. La jaula está cerrada y los bobos condenados, y aunque sería mejor saber un poco menos y que la cinta diese alguna pequeña sorpresa, en realidad da igual y se disfruta de la sangre y las amputaciones.Me ha encantado que la película se tome a si misma en serio, pero lo justo. La idea de la niña vampira, con tutú, encerrada junto a sus supuestos secuestradores funciona muy bien. Es uno de esos slasher que trabajan como una cuenta atrás, sabes desde el principio que va a morir todo el mundo, solo hay que esperar a ver cuándo y, lo mejor de estas películas, cómo. Así que ya sabéis, solo tenéis que dar al play, y disfrutar de las palomitas mientras la pantalla se llena de kétchup.
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