II. ¿Sabías qué: El silencio de los corderos?

 

 ¿Sabías qué?

El silencio de los corderos tiene una duración de 1 hora y 55 minutos, y siempre que la  rememoramos hablamos de Anthony Hopkins, de principio a fin. Pues él solo aparece 16 minutos en escena.

En apenas cuatro secuencias Anthony Hopkins se divirtió de lo lindo asustando a una pobre Jodie Foster a la que sorprendió continuamente con sus improvisaciones. 

Ese ruidito salivando que repite una y otra vez...

Anthony Hopkins improvisó ese escalofriante sonido que hace Aníbal Lecter después de confesarle a Clarice que en una ocasión un hombre pretendió hacerle una encuesta: "me comí su hígado acompañado de habas y un buen Chianti". La escena causó una extraña mezcla de gracia e incomodidad en el set. Pero el director Jonathan Demme no dudó en dejarla en el montaje final. 

Al personaje de Hopkins le pirran los sesos humanos, pero la inspiración para éste psicópata no viene de un canibal, si no de un dentista, no uno en concreto, más bien de todos los dentistas del mundo. 

¿Sabías qué?

El actor convenció al director Jonathan Demme y al diseñador de vestuario para vestir a Lecter de blanco en lugar de naranja. La idea le llegó de su miedo a los dentistas.

¿Sabías qué?

Antes de Hopkins hubo otro Aníbal Lecter en el cine. Otro que aparecía en Manhunter.

La adaptación de la novela de Harris, El dragón rojo, de Michael Mann 1986, fue un fracaso y Dino de Laurentis no quiso saber nada de Lecter y de producir la siguiente novela de Thomas Harris, El silencio de los inocentes (su auténtico título), publicada en 1988. Por eso, cuando Orión Pictures compró los derechos de adaptación de El silencio de los corderos, De Laurentis cedió los derechos del personaje gratuitamente. Grave error.

Es entonces cuándo aparece en escena Genne Hackman, quién quería debutar cómo director, y compra el 50% de los derechos, y Orión pictures el otro 50%. Hackman, que por aquel entonces había sido nominado a mejor actor por Arde Mississippi, dudaba entre quedarse con el papel de Hanibal Lecter o elegir el de Jack Crawford, papel menos exigente. Pero al final decidió que ni uno ni otro. En la noche de los Óscar del que estaba nominado, el ganador fue Dustin Hoffman, y no él. Vio su imagen en la presentación de los candidatos y se dió cuenta qué no quería otro papel rodeado de violencia. Pesó más otro factor mucho más importante en su decisión. Una de sus hijas había leído el libro que inspiraría El silencio de los corderos y pidió a su padre que no hiciera la película. Hackman se bajó del barco y acabó con Jhonatan Demme de director y Anthony Hopkins en la celda de Aníbal Lecter.

"Dios bendiga a la hija de Genne Hackman" comentó Jonathan Demme en una entrevista un año antes de su fallecimiento en 2017. En general los aficionados al cine - con todo el respeto y admiración que merece una figura como Genne Hackmam- también tenemos motivos para unirnos a las plegarias de Jonathan Demme, pues con Hackman el papel de Anthony Hopkins lo iba a interpretar Sean Connery, y el de Jodie Foster lo hubiese interpretado Michelle Pfeiffer.

El silencio de los corderos pasó a la historia del cine y se convirtió en la primera película de terror ganadora de cinco Óscar (película, actor, actriz, director y guión).

El final alternativo de El silencio de los corderos que pudo ser : 

El final de la película nos muestra a Clarice Starling siendo galardonada por el FBI y siendo ya oficial del cuerpo después de pasar por la academia. En ese momento contesta a la llamada de Aníbal Lecter que se encuentra en un paradero desconocido y le dice que "invitará a cenar a un viejo amigo". Ese viejo amigo es el director de la cárcel donde estuvo tantos años recluido, el Dr. Chilton, es decir que iba a matarlo.

Sin embargo, ese no iba a ser el final de la película entre los borradores del guionista y el director sopesaron otro final quizás más macabro y terrorífico.

Ted Sally (el guionista) tenía otra idea en mente para el final. En él, Lecter llamaría a Clarice desde el interior de una lujosa casa que resultaría ser la del Dr. Chilton. Y allí estaría su víctima atada a una silla con la boca tapada por una cinta adhesiva y se escucharía a Lecter decir: "Bueno Dr. Chilton ¿empezamos?" Sin embargo el final fue que Ted Sally sacó una valiosa lección, si puedes dejarla con un final abierto vivirá mejor en la imaginación del público. De esa manera se involucra más. Continuarán la historia en sus propias mentes, cuando acabe la película.

Yo personalmente leí la novela tres años antes de que hicieran la película, y vi la película tres años después de su estreno porque la novela es tan buena que te acuerdas de todo de principio a fin y eso me iba a restar expectativas. Y creo recordar que el final de la novela no coincide con ninguna de estas dos versiones. Pudiera ser: Lecter haciendo la lista de la compra de alimentos en un mercado de una isla tropical mientras sigue a cierta distancia al Dr. Chilton, seguramente para invitarlo a la cena

¿Sabías qué?

Aníbal Lecter no parpadea ni una sola vez en toda la película. Anthony Hopkins a la hora de crear su personaje se inspiró en varios personajes reales. Hopkins se dio cuenta de que Manson apenas parpadeaba en las grabaciones y decidió hacer lo mismo.

¿Sabías qué?

El silencio de los corderos está inspirado en al menos tres asesinos reales: 

Robert Maudsley el canibal fue detenido en 1974 con sólo 21 años por el asesinato de John Farrel. Lo mató después de saber que había abusado sexualmente de niños. Fue ingresado en un psiquiátrico dónde torturó a otro interno hasta la muerte. La cabeza de la victima quedó destrozada y Maudsley se comió trozos de su cerebro con una cuchara como hace Aníbal Lecter en la película de Aníbal.

Cuando le trasladaron a la prisión de Wakefield asesinó a otros dos presos, y su frialdad a la hora de cometer esos crímenes hizo que se le denominara el asesino más peligroso de todo Reino Unido. Por ello, en 1983 fue encerrado en una jaula de cristal bajo tierra dónde solo tiene espacio para una cama, silla, inodoro y lavamanos, y solo ve la luz del día una hora, aislado de todo contacto con seres humanos. Actualmente cumple cuatro cadenas perpetuas. Lleva 46 años, ha pedido que lo ejecuten o le den cianuro a él mismo, siempre se lo han denegado.