El cine de terror lleva con nosotros tanto tiempo que, a veces, podríamos pensar que ya hemos explorado todas sus opciones, no quedan nuevas grandes ideas, todos los nuevos monstruos son reconstrucciones de los anteriores, Freddy con la máscara de Jason, Godzilla con aliento de hielo, pedidlo y el cine b lo ha hecho. En este mundo saturado de criaturas de pesadilla, allá por el año 2022, llegó una pesadilla sin criatura.
La doctora Rose Cotter reconoce a una nueva paciente, Laura, traumatizada tras haber presenciado el suicidio de su profesor hace pocos días. Desde ese momento ha sido perseguida, acosada, por algo que se aparece con el rostro de su profesor, de su padre, incluso con el suyo propio. Cuando la doctora intenta enfrentar a Laura con el hecho de que esas visiones son la manifestación del trauma de presenciar el suicidio, esta sufre un ataque empieza a gritar y convulsionar al grito de "¡esta aquí!". Ante la atónita mirada de la doctora, con una gran y estática sonrisa, Laura coge un trozo de cristal que se ha roto durante el ataque y se raja el cuello. Aquí termina la introducción y empieza la película.
Muy al estilo de It follows o, salvando las distancias, de las películas de terror japonés como The ring la trama trata de maldición transmitida, como rápidamente descubrirá la doctora. Y hasta aquí llegamos con la sinopsis.
Aviso, de aquí en adelante puede haber algún spoiler.

La verdad es que esta película me ha sorprendido, en vez de considerar a su demonio como un elemento físico que mueve los hilos y abre a la gente en canal, es más bien una infección mental que carcome la estabilidad de la protagonista. el proceso es gradual, haciendo a Laura dudar de si misma al verse inmersa en situaciones que son o bien fantasías truculentas creadas por su propia mente trastornada o ilusiones malintencionadas transmitidas por un genio maligno que busca su perdición, siempre con una sonrisa.
El simbolismo es tremendamente poderoso. La sonrisa, imagen icónica de la felicidad reflejada en un espejo truculento que la convierte en una locura devoradora. Una carcoma que va mermando la confianza, tanto en uno mismo como la que depositan los demás, una reacción lógica ya que los demonios no son ilusiones, sino fantasías creadas por la propia mente, totalmente reales par uno mismo y completamente inexistentes para cualquier otro. Es algo con lo que, de una u otra forma, todos podemos identificarnos ya que, quien mas quien menos, hemos tenido en nuestra vida.
El truco final está en los detalles de la muerte, una vez alcanzada la desesperación, cuando se cae en la cuenta de la ultima jugarreta. No existe una cuenta atrás, con fecha y hora, sino que el genio malévolo que mueve los hilos esperará hasta el momento mas propicio para obligar a su victima a suicidarse. Este gran final llegará cuando haya público, una persona cercana o bienintencionada que cargue con la siguiente iteración. ¿Quién no intentaría lo imposible para salvarse o, al menos, para evitar que un ser querido sufra lo mismo?
Os recomiendo, sinceramente, que veáis Smile si aun no lo habéis hecho. Es una gran película, que juega con vuestra cabeza e invita a empatizar con el personaje de la Dra. Laura Cotter y dar vueltas a la cabeza, intentando responder a todas esas preguntas que he compartido.
La vimos este verano y me gustó mucho. Muy inquietante. A parte de a It follows, me recuerda bastante a Fallen, con Denzel Washington, aunque esa ya es más antigua, de 1998.
ResponderEliminarMe gustó mucho la película por cómo es capaz de mantener no sólo a la protagonista sino también al espectador von una paranoia constante de ver si lo que ocurre es o no verdad. Me recuerda mucho a la película Oculus de 2013, en la que un espejo provoca alucinaciones a los protagonistas. Por último, decir que la escena de la primera sesión está basada en el corto Laura has 't sleep de 2020, del mismo director.
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