Alan Wake

Si hace unos días os hablaba de un antiguo pintor de renombre, hoy vengo a hablaros de un escritor de fama internacional: Alan Wake. El juego en si es tan meta que cuesta un poco explicarlo sin hacer spoilers pero voy a intentarlo. 

Alan Wake es un survival horror que coquetea íntimamente con la historia interactiva. En él encarnas a Alan, un escritor de best sellers que ha perdido su musa. Tras dos años sin escribir nada digno de ser leído decide tomarse unas vacaciones con su mujer Alice, en un bonito y apartado pueblo de Bright Falls donde han alquilado una pequeña cabaña al lado de un lago. Sí señores y señoras, una cabaña en un bosque al lado de un lago, ¿qué podría salir mal bajo este escenario? Pues, como seguro que habéis imaginado, absolutamente todo. Tras una pequeña discusión con su mujer que le ha intentado animar a volver a escribir, la cabaña queda sin luz. ¡Oh, sorpresa! ¡Oh, dolor! Evidentemente los fusibles de la casa están en un cobertizo fuera de la casa. ¿Quién no tiene los fusibles a varias decenas de metros de su casa? ¿Nadie decís? Bueno, esa es vuestra opinión. El caso es que Alan dejar a su mujer con nictofobia en casa y se dirige raudo y veloz al cobertizo para accionar la luz. Tan pronto esto sucede un grito desgarrador de Alice inunda el vacío del bosque. Alan, desesperado, corre hacia ella con el tiempo justo para ver cómo esta se precipita hacia el lago ¿tal vez arrastrada por una sombra? Sin dudarlo un segundo se zambulle tras ella y... Y así es como comienza el juego. A partir de aquí comenzarás una búsqueda incesante por descubrir el paradero de tu mujer mientras un montón de sombras siniestras intentan matarte por el camino.

El estilo narrativo del juego recuerda a propósito a una novela de terror, regalándonos deliciosos clichés que seguro que disfrutaréis si sois aficionados al género. Un detalle que me ha hecho gracia especialmente por lo novedoso que me ha parecido es la posibilidad de ver pequeños fragmentos de programas en imagen real en las televisiones que encuentras a tu paso. Lo más frecuente es que encuentres viejos episodios de Night springs, un programa de televisión al estilo Cuarto milenio, en el que se habla de extraños fenómenos relacionados con la ciencia ficción y la muerte de algún modo.

Y ahora, sintiéndolo mucho, tengo que decir un par de cosas negativas a cerca de este juego... Por un lado, como ya he dicho antes, es muy meta pero es que es tan, tan meta que cuesta seguir el hilo de la historia. Eso si, te lo pasas genial haciendo teorías de qué es lo que puede estar pasando mientras juegas. Por otro lado, creo que nunca en mi vida había muerto tantas veces en un videojuego, era como si fuera la primera vez que sostenía un mando entre mis manos. Hordas y hordas de sombras sin fin se abalanzaban sobre mí sin descanso mientras yo, armado con un revolver y una linterna, intentaba derribarlas o, al menos, contenerlas hasta encontrar un pequeño claro en el que descansar mis pobres y enclenques piernas de escritor. Al final descubrí que una combinación de balas, luz, carreritas y pura potra te pueden hacer llegar hasta el próximo punto de guardado automático. Aún así he disfrutado mucho jugando este juego pero recuerda...

"No es un lago, es un océano."

Comentarios

  1. Los fusibles podrían estar en el sótano, en el que hay también un pozo, jaja

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  2. Que grandes momentos pasé con este, mi primer, video juego! Voy camino de la perdición, jaja

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