Layers of fear

Era una fría y oscura noche de diciembre cuando se me invitó a ser durante una horas un pintor un poco perturbado y obsesionado con culminar su obra magna y, por supuesto, accedí a perder mi cordura en pos de la suya. 

Algunos definirían este juego como un walk simulator, yo prefiero pensar en él como una historia interactiva. Me ha sorprendido que, pese a tratarse de una historia relativamente lineal, existen tres finales posibles para ella  en función de ligerísimas variaciones en tu comportamiento a la hora de recorrer la casa pero empecemos por el principio.

Layers of fear es un juego en primera persona, sin el más mínimo gramo de acción ni falta que hace. Con esto quiero decir que no es el típico survival horror en primera persona en el que todas tus herramientas son un revolver con cuatro balas y, si acaso, una linterna, en el que te dedicas a matar o huir de los enemigos que encuentres a tu paso hasta llegar al final. No... En él, como ya he dicho, encarnas a un pintor de glorioso pasado trastornado por una serie de sucesos que vas descubriendo a medida que recorres la casa y encuentras diarios, notas y demás cosas ligeramente inquietantes. Me pareció muy curioso cómo no llegas a saber realmente todo lo que pasó ya que parte de los documentos que encuentras están escritos de tu puño y letra, dando el punto de vista totalmente subjetivo de una persona que está perdiendo o ha perdido la cabeza.

Paredes tapizadas de vísceras, ceniza y dibujos infantiles son parte del paisaje que te acompañará en esta travesía de autoconocimiento hacia la locura. A través de pequeños enigmas y pruebas, siempre desde una óptica surrealista que aumenta durante el transcurso del juego, vas abriéndote camino por cada una de las estancias de esa casa que a ratos parece un palacio. ¿Cuál es el objetivo del pintor? Acabar su cuadro. ¿Cuál es tu objetivo? Descubrir qué demonios ha pasado. Para ello tienes que conseguir una serie de utensilios que ayuden al pintor a finalizar su obra, cierto, pero lo realmente interesante es el camino que recorres y las cosas que descubres por el camino más que la obtención de ese objeto tan preciado para el pintor.

Mi primera aproximación a este juego fue por pura casualidad a través de un pódcast que escuché en Noviembre Nocturno. Por aquel entonces oí el relato entusiasmada con la historia sin prestar mayor atención a que se tratara del argumento de un juego. Casualmente, al poco de escuchar yo dicho relato me hablaron de las maravillas del Layers of fear, recomendándomelo como un juego que tal vez fuera de mi interés. Y aquí estamos, cerrando el circulo y recomendándoos tanto el juego como el relato deseando que disfrutéis de lo lindo con ellos.

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