Miércoles

 Es refrescante, revitalizante y paradójicamente rejuvenecedor ver una serie como esta basada en La familia Addams, película que habré visto mil veces siendo yo pequeña. 

El submundo de las series y películas se ha ido dulcificando con los años, no sé si debido  a la sociedad, a la media de edad del consumidor actual, a una combinación de ambas cosas o a ninguna de ellas. El caso es que casi no te das cuenta hasta que te lo plantan delante de la cara y recuerdas lo muchísimo que disfrutabas tú con cosas como La familia Addams (1991), Beetlejuice (1988), El retorno de las brujas (o Hocus Pocus) (1993), La tienda de los horrores (1986), La pajarearía de Transilvania (1994), Casper (1995) entre otros. ¿Dónde ha quedado ese humor negro, ácido y sádico? ¿Dónde esos personajes siniestros que se ríen de todo aquel que es normal? ¡¿Dónde?! Ay...aquellos eran buenos tiempos, donde reinaba lo siniestro, lo diferente, lo tétrico y lo paranormal y la gente se podía reír sin pudor ni arrepentimiento.


Miércoles consigue hermanar a dos generaciones a través de la resurrección de la primogénita de familia Addams: a todos aquellos que sufrimos los estragos de la fría nostalgia y a la sangre fresca de las nuevas generaciones que todavía no habían tenido la oportunidad de paladeara el amargo sabor de lo gótico. Y el culpable de ello, como no podía ser de otra manera, es Tim Burton, que se ha puesto al frente de este proyecto para gran deleite de muchos.

Miércoles nos traslada a una sociedad dividida en dos clases perfectamente diferenciadas: la gente normal o normis, es decir, cualquier ciudadano de a pie sin ningún talento especial, y los frikis o marginados, todos aquellos raritos con algún tipo de peculiaridad (licántropos, vampiros, sirenas, telépatas, ilusionistas, etcétera). 


Y ahí es donde entra Miércoles Addams. Tras haber sido expulsada  de inumerables colegios, los padres de Miércoles deciden internarla en el mismo centro en el que estudiaron y se conocieron ellos mismos, el colegio Nunca más para personas especiales, bautizado así en honor a Edgar Allan Poe. Pero Miércoles es una niña especial, rara entre los raros, y no encaja con facilidad, lo cual no supone un problema para ella porque adora la soledad y rehuye del contacto humano. En seguida se ve inmersa en su propio thriller juvenil con asesinatos, intrigas, engaños, mentiras y un extraño y huidizo monstruo, todo aliñado por supuesto con un buen chorrito de salseo. No puedo decir más que estoy deseando ver que nos depara la segunda temporada de nuestra gótica favorita.

Comentarios

  1. Un soplo de aire de tumba, una tarde de lluvia y truenos, nueva y al mismo tiempo nostalgica.

    Me encantó!

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