The boys

Todos sabéis que no me gustan las películas o series de superhéroes, puede que precisamente por eso me haya encantado esta serie.

The boys es una sátira, una burla grotesca, despiadada y brutal de cómo sería un mundo en el que realmente existieran los superhéroes. Los malos dejan de ser super villanos con objetivos y motivaciones difusas para pasar a ser los propios héroes, la compañía para la que trabajan o los políticos satélite que orbitan a su alrededor. Del mismo modo se hace una crítica social, en general de la sociedad más actual y centrada en Estados Unidos, pero no es nada que no se pueda extrapolar a épocas y partes del mundo. Crítica siempre hecha en el mismo tono satírico y ácido, aportándole frescor a temas que puede que empiecen a estar muy sobados como pueden ser el fascismo, la xenofobia, el fanatismo religioso, la explotación de la orientación sexual como reclamo de algún tipo, la manipulación de los medios de comunicación, la polarización de la sociedad y un etcétera muy largo de cosas. 

Hay cientos, miles de superhéroes en Norteamérica, todos ellos trabajando bajo el mando de Vought, una empresa farmacéutica de gran poder en el país. Dentro de la gran masa de héroes existentes hay una pequeña élite, la creme de la creme, la flor y la nata de la gente con poderes chachis llamados Los siete. 

Antes de entrar en detalle con ellos hay que decir que todos los héroes tienen una resistencia de base superior la de cualquier persona, es decir, no puede venir cualquier idiota con una pistola y matar a un héroe, las balas simplemente le rebotarían. No, para matar a un superhéroe hay que tener una mente más retorcida y es que para cada uno hay que aplicar una solución específica a su poder y así es como surgió The boys, un grupo de personas cabreadas con los superhéroes y cansadas de los abusos de poder que a estos se les permite que deciden tomar cartas en el asunto y vengarse. ¿Cómo? Matando a tantos supers como les sea posible, cosa nada sencilla porque, bueno, son supers.

La serie añade un plus que, personalmente, me hace mucha gracia. La mayoría de los superhéroes protagonistas nos recuerdan sospechosamente a alguien que seguramente conozcamos de algún otro sitio, echemos un vistazo a nuestra élite.

• Patriota, líder del grupo cuyos poderes son volar, lanzar rayos láser por los ojos, visión rayos X capaces de atravesar todo menos el zinc, super oído, super olfato y super fuerza, además de una resistencia corporal muy superior a la del resto de sus compañeros. También es más rápido que la media aunque no más que A-Train. 
• Profundo puede comunicarse con todos los animales marinos lo que de manera indirecta le da el poder de controlarlos, además de ser capaz de respirar bajo el mar y de nadar super rápido.
• Reina Maeve es la típica amazona guerrera fuerte, sólida, impenetrable y segura de si misma. Entrenada en el cuerpo a cuerpo sabe luchar y saltar, tiene una fuerza superior a la del resto del equipo además de unos brazaletes capaces de repeler los ataques láser.
• A-Train es super veloz con todo lo que ello conlleva, es decir, tiene unos reflejos y una maniobrabilidad increíbles.
• Negro oscuro es probablemente del que menos sepamos. Básicamente es un super ninja fuerte y con reflejos cuyo estilo de lucha incluye espadas y cuchillos arrojadizos.
• Traslucido puede volverse invisible a voluntad ya que su cuerpo está compuesto por carbono capaz de refractar la luz. Su piel es totalmente invulnerable y extraordinariamente fuerte.
• Luz estelar es capaz de proyectar su propia luz corporal, pudiendo llegar a dejar ciego a alguien si así lo quisiera o sólo deslumbrarlo. También es capaz de canalizar esa energía y proyectarla como un rayo eléctrico. Para generar esta luz propia necesita una fuente de energía eléctrica del tipo que sea cerca de ella de la que poder alimentarse. 

Puede que sintáis unas fuertes reminiscencias con Superman, Aquaman, Wonder Woman, Flash, Batman o el Hombre Invisible. Pero una versión de ellos más despiadada, visceral, egocéntrica y avariciosa, en definitiva, más humana, porque parece que los super héroes siempre están cubiertos de una pelusilla de divinidad y benevolencia capaz de resistir a todo tipo de tentaciones y sufrimientos mundanos.

Por Amanda Antonio Vigil.

Sin duda, The boys, es un descubrimiento, y empiezo con spoilers, solo le queda una temporada.  Esta serie es una sátira esperpéntica de la realidad, olvidaos de los superhéroes y los supervillanos, por qué el blanco y negro se han hecho un herogasm del que solo han quedado salpicones de tonos grises (se salva alguno, pero son contados) de héroes "supers" que no han perdido su parte humana. Esa que nos hace egoístas, ególatras, desconfiados, traumatizables.... Si por aquí apareciesen los linternas de DC, el verde de la voluntad, el azul de la esperanza o el violeta del amor estarían ahogados por una marea de amarillo aterrorizado, rojo furioso y naranja de avaricia.

Estos supuestos supers son una colección de las mejores taras de la humanidad, gritando sin miedo, soy super, miradme salvar el mundo... Ups, daños colaterales... ¡Trae la coca!

La serie es una orgía de violencia, sexo, vicios y supuestas virtudes en la que un puñado de buenas personas intentan sobrevivir y aplicar sus ideales. No hay ni buenos ni malos, solo personas y superpersonas. En palabras del gran carnicero. Ser super no te hace mejor, te hace ser más.. tu, y cuanto más super más capullo.

Así que si os preguntáis cómo sería el capitán América si no hubiese sido el monaguillo definitivo (spoilers, es un hombre Malboro), cuáles son las consecuencias de dejar suelto a un velocista enfarlopado o.. que haría troy MC,Lure si pudiese....

Por otra parte, voy a decir que la forma en que la serie trata a sus supers es una genialidad. Por una parte tenemos el propio guión, que nos permite disfrutar de personajes complejos, con capas de personalidad y traumas y una historia que acaba siendo más o menos compleja. Por otra, totalmente opuesta, tenemos una macrocorporación con departamento de relaciones publicas, encargado de escribir sus "guiones" y decirles como han de vivir su vida pública. Basta decir que estos guiones son, por lo general, una muestra de las formas más simplistas y demagógicas de atacar cualquier situación, y que con esta jugarreta de la doble vida (pública y privada) de los supers, la serie nos enseña las mejores y peores formas de tratar a un personaje.

Tal y como yo lo veo, tenéis dos opciones muy claras. Veis la serie con un manual de psicoanálisis en la mano y tomáis notas o... Mi favorita, dejad la libreta y coged las palomitas. Pero tenéis que verla y disfrutar de una ración gratuita y necesaria de violencia, sexo, tacos y explosiones (más o menos Demolition man, pero sin filtro).

Mi favorita personal: Kimiko.

By Miguel Herrera Durán.