Sinsonte

Sinsonte es una genial sorpresa nostálgica. Inspira una sensación similar a oler, inesperadamente, ese postre que solo hacía la abuena y que nunca pensaste que volverías a encontrar. 

Esta novela contiene los recuerdos y esencia de los grandes clásicos de la ciencia ficción, tejidos en un tapiz que eleva la suma de sus elementos y crea una historia única que recoge todas sus inspiraciones y las eleva a un significado nuevo y más complejo. Cualquier lector habitual de ciencia ficción reconocerá en sus páginas elementos de los robots de Asimov, el futuro distópico de "Fahrenheit 451" o "Un mundo feliz" o "1984" y sin duda disfrutará de ver como se engranan estos elementos. 

Al igual que todas sus inspiraciones, esta no es una novela que trate acerca de los robots, o que se preocupe por describir un mundo y su tecnología. Como toda buena ciencia ficción que se precie, sinsonte crea un mundo más o menos complejo que sirve como espejo en el que observar a los personajes, el último robot pensante, el único hombre que sabe leer y la única mujer que sabe pensar. En un mundo aparentemente perfecto, estos personajes tienen cada uno su propio viaje, creciendo, descubriendo los secretos de ese futuro que les ha tocado vivir y enseñándonos diferentes facetas de la naturaleza humana.

Hace poco he visto que, como otras cuatro de las seis novelas de este autor (El hombre que cayó a la Tierra, El color del dinero, El buscavidas y Gambito de dama) Sinsonte está en vías de adaptarse a la gran pantalla. Así que dentro de ¿poco?, no se cuanto tardan estas cosas, añadiré a esta recomendación una pequeña reseña de la película.