Red dead redemption II

¡Buah, chaval, este juego es una puta pasada, le parte el pecho a todos los demás y se mea dentro!


Bien, tras esta reflexión tan sesuda voy a intentar deciros algo más elaborado aunque mucho me temo que no voy a poder dejaros más clara mi opinión así que empecemos por algo sencillo: la sinopsis.


Tú, Arthur Morgan, bandolero escéptico y fiel, mano derecha del carismático Dutch van der Linde, tratas de ayudar a este a sus sueños por todos los medios que tienes a tu alcance y es que el sueño de Dutch es estúpido pero noble. Él tan sólo quiere un futuro mejor para él y para su gente, su familia, aquí, en América, tierra de la libertad. Tal vez crear nuestro propio pueblo, convertirnos en personas decentes, agricultores, ganaderos, eso da igual. Reformarnos, redimirnos, tener una segunda oportunidad y vivir en paz todos juntos como la gran familia que somos. Sólo hay un pequeño fallo en el plan de nuestro amado líder: no tenemos dinero y los sueños requieren una cantidad obscena de dinero y más para una familia tan numerosa como la nuestra. Así que lo primero es lo primero y para poder dejar esta vida atrás antes hay que agarrarse a ella con mucha fuerza. ¿Contradictorio? Puede que sí pero quienes somos nosotros para juzgarlo.



La historia, que para mi siempre es un 90% del juego, es simplemente espectacular. Ciertamente se desarrolla de un modo pausado, lo cual me parece muy apropiado para un western. Luego, más adelante... ¡Oh, más adelante se palpa en cada misión, en cada conversación, una calma tensa esperando a estallar en cualquier momento! Y es sublime porque realmente consigue que estés en tensión, notas como el dedo revolotea constantemente alrededor del gatillo dispuesto a saltar a la más mínima provocación. 


No se trata de un juego de mundo abierto aunque la enormidad del mapa hace que lo parezca y, aunque hay un hilo conductor a la hora de narrar la historia, tus acciones y la personalidad que te hayas ido forjando a lo largo del juego tienen cierta relevancia en el devenir de los acontecimientos de manera que, aunque hay ciertas cosas que siempre pasarán, existen varios finales posibles.



Por otro lado, la ambientación. ¡Por las barbas del tío Sam, qué decir de la ambientación! Los paisajes están tan logrados que no es raro encontrarse a uno mismo cabalgando sin rumbo fijo simplemente disfrutando de la puesta del sol o recorriendo todo el ancho mundo de punto a punto para realizar una misión cuando en realidad existe el botón de "viajar rápido" que te permitiría estar allí en poco tiempo. Pero es que han conseguido que te de igual cuánto tardes en llegar a tu destino, estáis sólo tú, tu caballo y ese vasto y precioso paisaje. 


Otra cosa que me flipó es la veracidad con la que está recreado el clima. Si está amaneciendo, vas por una zona pantanosa en la que se levanta la niebla y te diriges hacia el este... Bueno, pues lo más fácil es que la luz reflejada en esas gotitas en suspensión no te deje ver. ¡Y así es señores! La luz... no tengo palabras para describir los juegos que hacen con la luz más allá de extremadamente realista. Pero es que no es sólo la luz, los pájaros también vuelan distinto cuando se avecina tormenta.

Y ya por último, una súplica: señores de Rockstar Games y CD Projekt, por favor, tener un hijo, harías felices a mucha gente.

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