Loki

 

Empecemos este post, como ya va siendo habitual, con una confesión: no soy nada marvelita.


Yo, como más gente, viví con ilusión mi particular nacimiento de Marvel allá por el 2000 con la película X-Men. A cada uno le habrá tocado desvirgarse con la película que sea de la generación que tocara en ese momento, en eso no me voy a meter.


El problema para mi (y quiero que quede claro que esta es mi opinión, totalmente subjetiva, y que entiendo, respeto y celebro que a otros no les pase lo mismo que a mi) es que desde entonces, si mis cálculos no me fallan, ha habido 67 películas y 15 series dentro del universo Marvel como ente omnipresente y todopoderoso. Es decir, un total de 82 cosas, pelis/series, de Marvel repartidas a lo largo de 22 años, lo que toca a unas 3.7 pelis/series por año. Venga va, vamos a redondear, 4 por año. ¡Cuatro pelis/series por año! ¿No os parece una pasada? ¿Me encuentro sola en mi flipe total? Seguramente sí.


Veintidós años viendo a la gente enfundada en trajes de cuero, vistiendo de llamativos colores, llevando capa aunque probablemente sea de lo menos práctico que hay para luchar contra... bueno, contra lo que les toque luchar esa vez. Veintidós años viendo a los buenos ser muy buenos y a los malos ser muy malos. Veintidós años viendo a gente puntera diciendo frases molonas.


Podría seguir pero tan sólo diré que me cansé. Todo me parecía repetitivo y predecible, los personajes no tenían el suficiente carisma o profundidad como para que yo me encariñara de algún modo de ellos y quisiera saber más.


Huelga decir que me descolgué de ese género con dos únicas excepciones: Ironman y Loki. Si Tony Stark o Loki salían aunque tan sólo fuera en 2 minutos del metraje allí me tenías, esperando mi dosis. Trágicos acontecimientos hicieron que yo me despidiera para siempre de mis pequeños chutes de Marvel... hasta que llegó Loki.


Algunas personas encontraron Loki lenta y cierto es que no tiene esos niveles de acción trepidante a los que nos tienen acostumbrados las películas, del mismo modo que es cierto que ese es uno de los motivos por los que me ha encantado esta serie. Me explico.


Loki tiene tan sólo 6 capítulos de unos 40-50 minutos de duración. La acción, como ya he dicho, transcurre de un modo lento y pausado, sin demasiada prisa pero a la vez con un cierto compás que me recuerda a una de esas películas noire, en la que hay una serie de crímenes sin resolver y unos detectives van siguiendo el rastro siempre un paso por detrás. Y, en cierto modo, así es. Tenemos a estos agentes del tiempo, a estos policías encargados de preservar la sagrada línea temporal, luchando contra una variante más inteligente que ellos. ¿Qué es eso de la sagrada línea temporal? Bueno, es cómo alguien decidió que deben transcurrir las cosas sin perturbar el espacio-tiempo y la realidad en sí misma. Pero a veces algunas personas toman decisiones o hacen cosas que generan una ramificación de esa línea temporal. Los agentes del tiempo se encargan de ir a ese tiempo y espacio determinado y borrar esa anomalía. Y aquí es donde entra Loki, dios del engaño, especialista en huir y nunca morir. La serie comienza justo después de Los vengadores, con la huida de Loki tras hacerse con el teseracto accidentalmente. Esto tiene una gran relevancia para mi en el desarrollo de la trama de la serie, ya que tenemos entre manos a un Loki más joven y sibilino que el nos encontramos en las últimas entregas de Marvel.


Y esta es otra de las cosas de las que quería hablar. Loki, pese a ser el eterno secundario con un deje de villanaje que podríamos entrar a discutir en otro momento, derrocha un carisma que nos ha ido ganando poco a poco. Del mismo modo, se aprecia en él una evolución a nivel emocional que no se observa en muchos de los personajes del universo Marvel o, al menos, yo no consigo verla de un modo tan claro y manifiesto como es en su caso pero, como ya he dicho, no soy una marvelita. Esta evolución de la que hablo, que podemos ver de una manera gradual si seguimos las películas en las que aparece Loki, se puede ver también de una manera condensada en la serie. Esa evolución de su personalidad, de qué es lo que quiere realmente de la vida, qué significa realmente para el ese glorioso propósito que tanto anhela y siempre le es esquivo, cómo no todo es blanco o negro sino que hay una infinita cantidad verdes intermedios. En definitiva, Loki nos permite ver una imagen más global y profunda del personaje a la par que nos relata una historia intrincada con una ambientación retrofuturista y noire. Eso por no hablar del tremendo efecto "¡Oh, mamma!" que destila Tom Hiddelston que ha conseguido que hasta un Loki zarrapastroso nos parezca sexy.



Comentarios

  1. Yo Marvelita desde principios de los 70 he de decir que mi loki de los comic era un supervillano pero en en cine actual es uno más con sus propios intereses, que muy a menudo son los mismos que los de los héroes. A mi la serie me gustó desde el capítulo uno y enlaza muy bien con lo futuro y presente del mundo Marvel que se avecina, se puede ver sin estar al dia con lo proyectado anteriormente y da un punto más de satisfacción a los frikis que nos gusta ese mumdo imposiblemente famtastico.

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  2. Sin caer en el spoiler, no se me ocurre mejor final que el que ha tenido esta serie. Loki (junto con Ironman) es mi personaje favorito de todo Marvel y esta serie me ha permitido disfrutar de él a niveles que no puedo describir, aprendiendo mucho más de él y viéndole evolucionar poco a poco con el tiempo. Ha sido un auténtico placer. Os deseo a todos vosotros un glorioso propósito ❤️

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