La profundidad de los océanos

 Monos con monóculo, tigres y leones vestidos de gala, jirafas vestidas de tafetán, todos me observan desde las paredes mientras atravieso esa jungla verde de papel y, pese a que pueda sonar extraño, me siento como en casa.

Frente a mí una chica de intensos ojos azules me observa y sonríe. Tiene la profundidad de los océanos contenida en dos perlas lapislázuli.

Da igual cuánto tiempo haga que no nos vemos, siempre hace que parezca fácil, como si hubiéramos quedado la semana pasada y tan sólo estuviéramos contándonos las últimas novedades. Era la única persona de mi mundo capaz de contorsionar el tiempo a su alrededor de aquel modo.

Frente a mí una chica de intensos ojos azules me observa y sonríe.

-¿Cómo crees que soy? ¿Cómo me describirías?, me pregunta con ligereza.

Aquel enigma rubio de mujer, complejo y sencillo a la vez quiere que le diga cómo es. Llevo años haciéndome la misma pregunta y... No lo sé, de verdad que no lo sé.

Pasan los años y sigue pareciéndome todo nuevo.

Pasan los años y sigo queriendo saber más.

Pasan los años y sigo sin entender qué hace ella allí, sentada conmigo, tomando algo, charlando y riendo.

Pasan los años...

¿Cuántos años han pasado ya desde aquel día en el que empecé a hablar con ella sólo porque sí, porque me apetecía y porque me parecía que lo necesita? ¿Ocho, nueve años? No se podía decir que la conociera realmente por aquel entonces, sólo había cursado una asignatura con ella y sabía poco más que su nombre.

¿Y qué sé ahora? ¿Cómo creo que es?

Bueno ella es...

Ella es la nena por la que grita Loquillo desesperado, la femme fatal de cualquier película noire y también todo lo contrario.

Es una mujer lista e inteligente, la combinación perfecta de malicia y buen corazón. ¡Me encanta!

Es dura y blandita a la vez, como esos caramelos de núcleo líquido.

Es fuego y es hielo.

Tiene las cosas más claras de lo que ella misma cree. Es madura y a la vez una payasa. Es capaz de estar cotilleando alegremente y pasar a una seriedad absoluta en décimas de segundo.

Quiere ser dura, se protege, no quiere que la conozcan del todo y a la vez lo está deseando.

Es sincera y enigmática.

Es todas esas cosas a la vez y ninguna al mismo tiempo.

¿Cómo explicar con palabras todo lo que ni yo misma entiendo, lo que tan sólo intuyo y no sé si es cierto?

-¿Qué cómo eres? -repito- Eres una mujer facetada.