Sky rojo

 España es el número de uno en consumo de prostitución en Europa. 

La tercera en el mundo. 

El 40% de los hombres de España admiten haber pagado alguna vez por practicar sexo. Lo que quiere decir que cuatro de cada diez hombres que ves por la calle han ido de putas alguna vez en su vida. 


Sky rojo juega de una manera magistral con lo casposo y lo hortera, llenando de purpurina y carmín los bajos fondos de la depravación humana. Todo comienza con el sueño de un hombre, Romeo, y este sueño no es otro que el de montar el mejor prostíbulo de todo el mundo en Tenerife, un lugar en el que el hombre incapaz de imaginar pero sediento de fantasía pueda adquirir a golpe de billetes aquello que siempre deseó  pero que no supo hasta que lo vio.

Sin embargo, la burbuja de lentejuelas que era el mundo de Romeo se viene abajo cuando tres de sus empleadas se dan a la fuga. Es entonces cuando da comienzo una incansable persecución bidireccional: la de ellas por la libertad y la de ellos por intentar recuperar su inversión.

Aunque el mensaje en contra de la explotación sexual y la trata de mujeres está ahí, se macera con tanto estilo en una historia llena de acción, violencia, amor, compañerismo y sexo que pasa casi desapercibido y digo casi sólo porque, aunque eres plenamente consciente del mensaje, consiguen que el mensaje no tape la historia, cosa cada vez más difícil de encontrar en el cine actual.

Sky rojo cuenta una historia alternando escenas del presente con distintos flashbacks tanto del las tres prostitutas como de sus proxenetas, sus clientes y hasta sus familias. Esto aporta una imagen global de la situación que nos permite ir conociendo poco a poco a cada personaje con sus distintos tonos de grises. 

Me encanta la estética de la serie, esa combinación de luces de neón, charol, lentejuelas y maquillaje hasta en el exceso que parece que hasta puedes oler la vainilla desde el sofá de tu casa. A falta de una comparación mejor diré que tiene ese aire tan español-casposo que se puede ver en películas como Torrente si a Torrente le hubieran dado una buena capa de chapa y pintura. No sé si me explico, puede que no pero para terminar os diré que lo que me decidió a ver una serie tan lejos de mi estilo fue la duración de los capítulo, que rondan los 20 minutos, eso y el reparto. Asier Etxeandia, Miguel Ángel Silvestre, Luis Zahera, Chani Martín y Verónica Sánchez entre otros. Así que si tenéis 4 horas libres en vuestra vida, echarle un ojo, el "Club las novias" os estará esperando.



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