The new Pope

Como su nombre indica, hay un nuevo Papa en la ciudad, baby. Tras el final de la primera temporada quedaba bastante claro que algo pasaba con nuestro adorado y excéntrico Papa Pío XIII interpretado por el mejor Jude Law que haya visto nunca.

En esta segunda temporada el Vaticano se enfrenta a una doble crisis. Por un lado un grupo de islamistas radicales están amenazando con atentar importantes símbolos del cristianismo, mientras que, por otro lado el hecho de que no haya una cabeza visible, un jefe de la Iglesia en activo que pueda gestionar y tomar medidas al respecto tiene paralizada a toda la curia. Por tanto, la decisión parece estar clara, hay que elegir un nuevo Papa. 

Como acabo de decir, la decisión parece estar clara pero no por ello es fácil de tomar. Pío XIII no sólo se ha convertido en un símbolo sino que es un santo a ojos de muchos y, como cualquier santo del siglo XXI que se precie de serlo, cuanta con su propia legión de grupis locas al más puro estilo estrella de rock. 

El reto de superar la primera temporada de The young pope era sino imposible, tremendamente difícil y, bajo mi punto de vista, no se consiguió. The new pope no sólo no supera a The young pope pese a contar con la presencia del siempre genial John Malkovich, sino que ni siquiera llega a igualarla pero no por ello deja de ser buena. ¿Menos carismática y algo más lenta? Sí pero no mala. 

No dejéis de verla y, por favor, nunca, nunca, nunca os saltéis las intros de cada capítulo. No hay dos iguales y son todas buenísimas. ¡Pero buenísimas! Aquí os dejo una de ellas para ir haciendo la boca agua. ¡Qué lo disfrutéis!