Reunión tumultuosa

La verdad, no sé cómo empezar, soy más narrador que escritor...

Hoy he leído un artículo en la prensa que me ha alegrado el día, me a teletransportado a 1980. En ese año estaba realizando el servicio militar en Córdoba. A parte de las obligaciones castrenses, por mi graduación también tenía mucho tiempo libre y lo utilizaba en lo que mas me gustaba, leer. Y, cómo no, una revista obligatoria mensual era el PENTHOUSE cultural donde había unas chicas con unas curvas imposibles, increíbles... pero también, aunque no me creáis, unos artículos de cultura cojonudos de literatura, música, ciencia y arte que me enseñaron mucho. 

Al tema. 

El articulo que leo es sobre un tal Tom Sharpe y me llama la atención. La novela: Reunión tumultuosa. Ponen unos fragmentos y me parto de risa. "Tengo qué comprarla cuando me licencie",  me dije. Mi gran sorpresa fue que la compre en un permiso a casa y mi padre, que era un yonki de la lectura, lo cogió y se puso a leer a ver qué coño leía su hijo. Cuál es mi grata sorpresa que al llegar de noche a casa oigo a mi padre reírse a carcajadas a las tantas de la madrugada. Al oirme entrar en casa, me llama y me dice:

-Javi, ¿cómo diste con esto tan buenísimo? Gracias, no lo conocía.
-Yo tampoco.- le dije- Lo leí en una revista cultural. Para mi si Tom Sharpe no hubiera existido habría que inventarlo.

Siempre se ha dicho que hacer reír a un lector es más difícil que hacerlo llorar. Desde luego el fotógrafo y escritor londinense Tom Sharpe fue un maestro de la llamada novela humorística. Fue un hombre inquieto, inteligente y rebelde. Escribió y enfocó su objetivo contra el "apartheid" y contra otras muchas injusticias y en Sudáfrica fue encarcelado y deportado por subversivo y políticamente peligroso.

Sharpe publicó también su personaje más conocido, Wilt, en un a serie de novelas que fueron llevadas al cine. Wilt es un hombre aturdido e incomprendido, egoísta y torpe, cobarde e irresponsable, cínico e irreverente. A través de Wilt y de sus enredos, Sharpe pone en evidencia una sociedad inglesa que no le gusta, abarrotada de estereotipos y de prejuicios y critica especialmente tanto al sistema educativo como el sistema policial. No faltan críticas irónicas hacia el ecologismo, representado por Eva, esposa de Wilt,una mujer valiente e impetuosa, pero excéntrica y empeñada en numerosos proyectos de vida alternativa, que su esposo no comprende.

El matrimonio tiene cuatrillizas (unos seres turbulentos y diabólicos) y se ha trasladado a vivir a un barrio distinguido en el que Wilt se siente desubicado. Él es el jefe del departamento de Artes Liberales de un instituto decadente en el que profesores aburridos y desmotivados imparten clases tan soporíferas como inútiles. Detesta su trabajo, la rutinaria que lleva y la vida que le ha tocado vivir. Sólo parece disfrutar fabricando y bebiendo su propia cerveza.

No falta en la historia el extravagante inspector de policía que persigue incansablemente a Wilt al considerarlo la causa de todas las desgracias y de una especie de fatalidad cósmica.

La institución del matrimonio tampoco se libra de las irónicas consideraciones de Sharpe. Eva es la caricatura de tantos individuos que masivamente, y atendiendo a las modas de lo alternativo y lo ecológico, se dejan arrastras por filosofías, religiones y tendencias tan novedosas como carentes de sentido. Eva juega a ser diferente pero pierde su capacidad de análisis crítico y termina siendo parte de una masa social que, con la bandera del anticonsumismo en la mano, consume frenéticamente.

La vida en las novelas de Sharpe se escribe a base de tristezas y de injusticias, de insatisfacciones y fracasos, de incoherencias personales y políticas. En fin, poco más que comentar, casi 40 años que leí por primera vez a Sharpe y hoy es tan actual como antes. Me reí ayer, me reiré hoy y me reiré en el futuro con su lectura. Yo no os digo nada y os lo digo todo, comenzad con Reunió Tumultuosa seguid con Exhibición impúdica, Wilt y Las tribulaciones de Wilt (en ese orden) y pasaréis horas comentándolo con vuestr@s amig@s a carcajadas (corren tiempos de sombras, jajaja).

P.D: para Bea, como no lee, decirle que hay películas.