Al fondo a la derecha


Vas directamente a la mesa del fondo a la derecha, discreta y con vistas. Ella aún tardará unos 20 minutos en llegar, esa suele ser la media, lo sabes. Antes te desesperaba, ahora te lo tomas con calma. Aun así, sigues llegando a la hora acordada, no puedes evitarlo, animal de costumbres. Pero has encontrado una solución: llevar siempre un libro encima. Café solo con hielo y Charles Maturin, perfecta combinación para filosofar sobre la naturaleza humana. ¿Por qué somos como somos? ¿Qué nos hace así? Algunos dicen que la genética, que la personalidad es una característica innata y no se puede hacer nada. Sin embargo, tú siempre has pensado que no es una cuestión de qué nos hace así, sino de quién.

Te acuerdas de cómo eras tú antes, ves cómo eres ahora. Esas dos personas tienen poco más que el nombre en común.

Hay una serie de chinchetas rojas, puntos de inflexión en tu vida. "Como todos", supones. Recuerdas bien cada una de esas chinchetas. Frases grabadas a fuego en tu cabeza. "Hazte respetar". Había habido frases similares antes que esa, sin embargo...

"Hazte respetar."

¿Cuántos años tenías? ¿Ocho? ¿Nueve? No más de diez. Demasiado pequeña para entender el significado completo de esas dos palabras, pero aun así... Aun así, lo hiciste. Las pusiste un marco dorado y las convertiste en una especie de lema personal. 

"Hazte respetar."

La niña murió. Otra niña distinta nació.

Tus amigos. Piensas en ellos, fijo que les pasa lo mismo. Quien más quien menos tiene sus propias chinchetas que les han hecho ser tal y como son. Para algunos una de esas chinchetas es uno de los padres. Lo has visto. A veces no son conscientes de ello, pero al verlos juntos...es tan claro como el día. Curioso.

¿Y tú? Tus amigos suelen seguir siempre un mismo patrón. Copias imperfectas de un mismo juguete. Hay excepciones, por supuesto. Anomalías gravimétricas que. no sabes cómo ni por qué, te han incluido en su propio campo gravitacional y ellos en el tuyo.

Gente interesante. Pequeñas anomalías hechas carne. Curiosidad, siempre curiosidad. La curiosidad mató al gato. Una partida de ajedrez, dicen unos. Un gato con una polilla, dicen otros. En cualquier caso, curiosidad.

Una de tus anomalías gravimétricas te dijo una vez que tenías el síndrome de Munchausen. Así son tus amigos, tarde o temprano siempre te regalan palabras bonitas, sólo hay que ser paciente. Tú no lo ves así. Por algún motivo te gusta la gente solitaria, rota o con algún tipo de tara emocional. Son más interesantes. Siempre esa palabra, te persigue por rápido que corras.

Las personas son como puzzles que vas montando poco a poco, con el tiempo, con los años. Cuantas más piezas tiene el puzzle mejor te sientes al ir completándolo. ¿Qué gracia puede tener un puzzle de dos piezas? Hay a gente que le gusta eso, no les juzgas, simplemente a ti no, a ti te gusta la gente compleja por capas de misterio. Gente fuerte que tiembla ante la imagen de un padre, gente alegre que rompe en llanto al oír la frase adecuada. Te gusta ir quitando capas hasta llegar al centro mismo. Quieres saberlo todo. ¿Por qué tiembla ese hombre fuerte? ¿Por qué llora esa chica alegre?

Hay algo de quirúrgico en tu comportamiento. Diseccionar a una persona a su esencia, en sus recuerdos, sus vivencias, sus ideas, sus valores... A veces al observar cada cosa por separado tienes una visión, paradójicamente, más global, más completa, de esa persona. Si ves un cuadro desde lejos te haces una idea general, aunque distorsionada de lo que representa. Si lo miras muy cerca obtendrás muchos detalles de una única pincelada, pero eso no forma el cuadro. Hay que encontrar la distancia exacta.

Sin embargo, no sólo de solitarios vive el hombre.

Te sienes observada. Levantas la cabeza del libro y allí está. Saludándote con alegría, como siempre, esa cascada de emociones de ojos color miel que te recarga las pilas y te acerca un paso más al mundo de los vivos, incluso cuando no quieres.

Comentarios

  1. Bonita historia. No se de quien hablas... jaja

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  2. Fenomenal, cada día se te da mejor :)
    Viendo como te manejas en la autoficción, creo que te va a gustar el próximo libro que vas a leer...

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    Respuestas
    1. Creo que es el de todos nosotros! jaja Así que ya estamos esperando con ansia el siguiente.

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