Sick note: baja por enfermedad. T1-T2

Baja por enfermedad es una serie modesta y entretenida con cierto sentido del humor británico. Los capítulos son muy cortos, de unos 20 minutos, perfectos para ver cuando no tienes mucho tiempo.

A Daniel Glass (Rupert Grint) se le diagnostica por error un cáncer terminal que acabará con su vida en unos 6 meses. La vida de Daniel da un giro de 360º y todo lo que le iba mal empieza a irle bien: su novia vuelve con él, en el trabajo le hacen fijo, sus padres le hacen más caso y antiguos compañeros del trabajo que no sabían de su existencia empiezan a hacerle regalos y a quedar con él.

No os dejéis engañar, puede que todo le fuera mal porque se merecía que todo le fuera mal. Es vago, egoísta y mentiroso. 

Daniel trabaja en una compañía de seguros para un jefe sádico más interesado en la caza furtiva de animales en peligro de extinción y en la caza de hembras humanas para practicar con ellas todo tipo de juegos sexuales, que en el bienestar de la gente. En el trabajo nadie sabe que existe porque pasa más tiempo buscando la manera de no trabajar que trabajando, inventándose enfermedades o dolencias que le permitan ir a casa para seguir jugando on line a la PlayStation con su amigo estadounidense Will5000.

En cuanto a su vida amorosa, Daniel vive en casa de su novia, Beca, a la que tiene aburrida por lo completamente inútil, egoísta y mentiroso que es.

Pero esto sólo es la mitad del pastel. Por otro lado tenemos al hombre que hizo que toda esta historia absurda fuera posible, el Dr. Ian Glennis, un médico torpe y y desastroso que no para de cometer errores médicos una y otra vez con la mejor intención. Su mujer, Annette, es lo que más quiere en esta vida y haría cualquier cosa por ella pero ella le odia. Con un matrimonio que se desvanece y siendo chantajeado por Daniel por haberle diagnosticado cáncer por error, contempla el suicidio como la mejor escapatoria a sus problemas. Sin embargo, hasta eso hace mal y acaba aliándose con el mentiroso Daniel en una trama de engaños y situaciones cada vez más locas y más absurdas con tal de que nadie descubra la verdad. Sexo, drogas, narcotráfico, asesinatos, secuestros y agentes secretos son sólo algunas de las situaciones en las que se ven envueltos el Dr. Ian Glennis y Daniel Glass.

Como digo, es una serie entretenida, modesta, sencilla y sin pretensiones, que sólo pretende entretener al público durante unos minutos y hacerles reír a ser posible.