La maldición de Hill House

La maldición de Hill House, cerebro y corazoncito.

El terror con un componente de drama familiar no es algo nuevo, al fin y al cabo, qué puede dar más miedo a veces que la familia, pero en los últimos años ha habido ejemplos notables de películas que han combinado estos dos elementos con bastante acierto (así a vuelapluma se me ocurren Babadook, Un lugar tranquilo, Hereditary). La maldición de Hill House sigue esa senda hasta el extremo, de tal forma que hay capítulos en los que el componente "sobrenatural" es mínimo y el peso de la historia recae en los conflictos familiares. Lo que podría parecer un defecto en una serie de terror se convierte el un acierto porque esta parte de drama familiar "intenso" está bien resuelta y es creíble, sobre todo porque la serie se toma su tiempo en explicar la psicología de todos los personajes, lo que permite llegar a conectar emocionalmente con ellos. Además, todos los secretos y traumas que encierra esa familia tienen relación con sus experiencias en Hill House, lo que sumado a un guión que dosifica muy bien la información y juega a ratos al "¿realidad o locura?" va generando una intriga y una tensión que nunca llega a decaer. 

Un defecto común del género de terror es que muchas veces las resoluciones de las historias no están a la altura de las tramas creadas. En este caso, me sorprendió positivamente lo redondo que es el final y cómo todas las historias, pasado y presente se interconectan de manera bastante natural y hasta emotiva. El único aspecto que me parece innecesario es la aparición de ciertos "fantasmas" en determinados momentos, cuya única función en la historia parece ser la de darle un susto al espectador. Aún así, se lo perdonamos, La maldición de Hill House está seguro entre las mejores series de terror que se han hecho nunca. Queremos más.

Por Ace

Tensión nerviosa

Basada tan brevísimamente en el libro homónimo que lo podemos obviar, La maldición de Hill House tiene una frescura adictiva dentro de la reminiscencia abstracta. Me explico. Al contrario que Jorge, yo no puedo decir a qué me recuerda exactamente, pero tengo claro que a algo me recuerda. ¿Puede ser a algún libro de terror gótico de fantasmas? ¿Puede ser a alguna película? ¿Varias/os? ¿Puede ser una combinación de todo? No lo sé. Pero mientras estás viendo La maldición de Hill House tienes ese… regusto amargo al fondo del paladar, esa ya familiar corriente eléctrica que te recorre la espina dorsal y te encoge el estómago, esa contante tensión nerviosa que te acelera el pulso, a veces sin motivo, y te hace estar más que dispuesto a pegar un brinco que te hace sentir estúpido segundos después si estás acompañado y alegría de no estarlo si la estás viendo solo en casa.

Hay algo, ya sea en el conjunto general de la serie o de cada uno de los personajes de manera individual, que de alguna manera te remueve por dentro, te hace sentir o recordar situaciones que, o bien te resultan familiares porque hayas vivido algo similar o bien no te cuesta ponerte en la situación de esa persona. Tanto los hermanos como los padres son seres humanos reales, con esto quiero decir que no son perfectos, todos tienen sus fallos y sus taras mentales. Eso le da un realismo que te hace más fácil empatizar con los personajes y sufrir con ellos (diría "y alegrarte" pero es una serie de terror, aquí no venimos a pasarlo bien).

Hay una cosa que me gustó mucho que me comentó Jorge y que no ha puesto en su parte del post: las posibles referencias a El resplandor. Estas referencias sólo tienen sentido si ves la serie en su versión original. Hay dos palabras que se repiten a lo largo de toda la serie como si fueran el ojo de un huracán: red room. Teniendo en cuenta lo que les gusta a los anglosajones los juegos de palabras, ¿podrían esas dos simples palabras, red room, ser una referencia al redrum escrito por Dani en El resplandor en el espejo de la habitación de sus padres? ¿Red room = redrum = murder? Sinceramente no tengo ni idea, no he leído nada que confirme esta sospecha pero me enamoré de ella en el acto y la he adoptado como algo que es.

Por Amanda Antonio Vigil

Crónica de unas muertes anunciadas

Haciendo esta breve referencia a García Márquez quiero no más ni menos que llamar la atención acerca del estilo narrativo de la serie. Igual que en la novela del escritor Colombiano, La maldición de Hill House nos lleva una y otra vez, recorriendo distintos caminos en cada ocasión, para partir de un mismo momento y llegar en cada ocasión a un punto diferente de la trama, cada vez un poco más cerca del final. Con este truco narrativo consigue dar, en cada capitulo, la debida relevancia a cada uno de los personajes de la serie, haciendo a cada uno ser el protagonista principal por un día.

Esto consigue dos, a mi modo de ver, grandes logros en una serie con tantos personajes y al mismo tiempo tan corta. En primer lugar: no hay ninguna gran cara sobresaliente. Del mismo modo que en Juego de Tronos pero sin necesidad de un relato de gran extensión, consigue equilibrar en pantalla a la familia al completo. En segundo lugar, e igual más importante aún, la casa no queda eclipsada por nadie. Aunque puedas perderte puntualmente en la subtrama personal de alguno de los hermanos, la casa siempre acaba apareciendo de fondo, recordándonos que el núcleo de toda la trama y el origen de los problemas personales de cada uno de los protagonistas es La Casa (si, con mayúsculas).

Por ultimo creo que es necesario hablar de los problemas personales y familiares que van mostrándose al espectador capítulo a capítulo. Cada uno de los miembros de la familia aparece con un fantasma, de una u otra clase, acosándole constantemente, que altera su vida y forja su carácter para bien o, generalmente, para mal de una forma única. Es esta huella personal, que diferencia a cada uno de los hermanos, que caracteriza al padre, e incluso se ve reflejada en el servicio de la casa, la que da una identidad propia a cada uno de los personajes. Esto es algo que pocas series y películas de terror han conseguido, enseñar la huella que deja una maldición, demonio o fantasma sin que esta eclipse la individualidad de los personajes. Sinceramente, un gran logro de una serie que merece ser vista.

Por Miguel Herrera