El segador


Antes de que los catalanolectores saquen conclusiones precipitadas, no, El segador nada tiene que ver con la guerra de unos campesinos contra un rey...

Bajo esta serie de portadas horribles pero cargadas de detalles se encuentra una de las mejores mentes que ha habido en el mundo de la fantasía. No puedo evitar pensar que Terry Pratchett debió ser un hombre sumamente inteligente, no sólo por el hecho de conseguir que la gente se ría que es muy difícil (sobre todo si esa gente soy yo, los que hayan intentado hacerme reír sabrán que no suele ser nada fácil...) sino por la cantidad de referencia científicas, literarias y de ciencia ficción que hay en sus novelas.

Pero, ¿de qué va El segador


La muerte es algo que nos llega a todos, desde las formas de vida más efímeras de Mundo Disco, las moscas de río, cuyo ciclo vital es de un día, hasta los Pinos Contadores que son los más longevos. El Pino Contador es uno de los pocos ejemplos conocidos de evolución por préstamo. Muchas de las especies existentes siguen siguen el curso de la evolución por su cuenta y riesgo, aprendiendo a medida que ascienden, tal y como marca la naturaleza. Todo eso está muy bien, es muy natural y orgánico, en sintonía con los misterios del ciclo cósmico, que cree que no hay nada como unos cuantos millones de años de frustrante prueba y error para dar a una especie fibra moral y, en algunos casos, columna vertebral. Esto, sin duda, está muy bien desde el punto de vista de la especie pero desde el del individuo que tiene que atenerse a la norma, el inventor de la misma es un auténtico cerdo o, al menos, un pequeño reptil rodado devorador de raíces que quizá algún día evolucione hasta convertirse en un auténtico cerdo. De manera que los Pinos Contadores se ahorran todos estos malos tragos mediante el sistema de permitir que el resto de la vegetación evolucionara en lugar de ellos. Una semilla de pino que aterrice en cualquier lugar del Disco recoge inmediatamente el código genético más efectivo de la zona y crece para ser lo que mejor se adapte al suelo y al clima. 


Pero, como ya he dicho (que me desvío del tema), la muerte nos llega a todos, incluso a la Muerte. Cuando eres un ser creado por una mente colectiva que sabe que todo lo que empieza, tarde o temprano, toca a su fin, es dificil que mueras. Partiendo de esa premisa, podrías llegar a pensar que la única manera de que la Muerte muera sería que ese colectivo que le creó muera en su totalidad y entonces ya no exista nadie que crea en él. Eso sería lo más lógico pero no, hay otra manera.

Uno de los inconvenientes de trabajar con humanos es que es difícil no acabar desarrollando una personalidad propia. No porque tener una personalidad te impida hacer tu trabajo sino porque, por definición, la Muerte no debe tener un carácter. Así que sus jefes han decidido despedirle de la única manera que se le puede despedir a la Muerte, dándole su propio tiempo hasta que este toque a su fin.

La Muerte decide mudarse a un pequeño pueblo que vive de la cosecha y del robo y vivir allí todas las experiencias humanas que pueda. Esto sólo lleva a la Muerte a apreciar y comprender aún más a los humanos, humanizándola un pelín más. Pero es que, si es segador no se preocupa por su cosecha, ¿quién lo hará? 

Huelga decir que ni la Muerte está dispuesta a morir ni los campesinos/ladrones del pueblo a dejar que "los de Hacienda" se lleven a Bill Puerta,  el bueno de Billy para los amigos (la Muerte para los despistados, va por ti Mario).

Si tenéis interés y curiosidad podéis leer el siguiente artículo de la Jot Down que hace un repaso muy bueno sobre los distintos libros de la saga de Mundo Disco y en que orden leerlos en fusión de en qué estemos interesados, aquí os lo dejo:

http://www.jotdown.es/2015/01/guia-del-autoestopista-en-mundodisco/


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