Final Fantasy VII
Saludos, mis muy bien queridos amigos.
Hace mucho que no os cuento acerca de mis aventuras acerca de los mundos que visito, aceptad mis mas sentidas disculpas. Os explicaré mi larga ausencia... vengo de la guerra.
Todo empezó en esa urbe de urbes, paradigma del poder de la corporación SHINRA, un grupo de ecologistas con ansias de salvar el mundo me contrató para ayudarles a volar las ocho centrales de energia MAKO (TM by SHINRA) que chupan la vida del planeta para alimentar las luces de la ciudad.
Tampoco es que pudiese negarme, Tifa, mi amiga de la infancia, y su novio Barret, antiguo minero de carbón, eran los líderes del movimiento ... La verdad es que eran un tanto ingenuos, pensar que cuatro gatos de los suburbios podrían hundir a una compañía que había ascendido pocos años antes al trono del mundo ganando una guerra a escala mundial, pero no les puedo culpar ya que yo mismo me alisté en su ejercito para vivir mi propio sueño de gloria, a guerra pasada (sic).
Después de asaltar no uno, sino dos reactores, sufrir bajas aliadas, conocer a una extraña florista y superar un embarazoso evento en un prostíbulo... acabamos asaltando la central de la compañía. Todo para acabar cara a cara con el gran jefe, atravesado por una espada aún mas grande. Eso solo podía significar una cosa, una nada buena.
Volvía a mi ciudad natal, Nibelheim, ese pequeño pueblo entre las montañas, con ganas de ver a Tifa, ilusionado por viajar junto al gran héroe de la guerra, Sephiroth. Habían pasado años desde que me fui de allí buscando la gloria de una guerra acabada y esa era mi primera misión, debíamos localizar el origen de los monstruos que poblaban la zona alrededor del reactor de MAKO en las montañas y neutralizarla.
Sorpresa de sorpresas, Tifa sería nuestro guía.
Tras un accidentado viaje llegamos al reactor para descubrir que estaban usándolo para crear aquellas criaturas de las que nos habían pedido encargarnos. Cerramos la alimentación del sistema, problema solucionado... ¿no?
Parece ser que no. Nuestro líder, perro viejo, investigó en los archivos de la Mansión Shinra, aquella vieja casona que presidia el pueblo desde siempre, encontró el laboratorio bajo la mansión y devoró toda la información allí guardada... desapareció durante días... lo descubrió todo acerca de si mismo.
Hace mucho que no os cuento acerca de mis aventuras acerca de los mundos que visito, aceptad mis mas sentidas disculpas. Os explicaré mi larga ausencia... vengo de la guerra.
Todo empezó en esa urbe de urbes, paradigma del poder de la corporación SHINRA, un grupo de ecologistas con ansias de salvar el mundo me contrató para ayudarles a volar las ocho centrales de energia MAKO (TM by SHINRA) que chupan la vida del planeta para alimentar las luces de la ciudad.
Tampoco es que pudiese negarme, Tifa, mi amiga de la infancia, y su novio Barret, antiguo minero de carbón, eran los líderes del movimiento ... La verdad es que eran un tanto ingenuos, pensar que cuatro gatos de los suburbios podrían hundir a una compañía que había ascendido pocos años antes al trono del mundo ganando una guerra a escala mundial, pero no les puedo culpar ya que yo mismo me alisté en su ejercito para vivir mi propio sueño de gloria, a guerra pasada (sic).
Después de asaltar no uno, sino dos reactores, sufrir bajas aliadas, conocer a una extraña florista y superar un embarazoso evento en un prostíbulo... acabamos asaltando la central de la compañía. Todo para acabar cara a cara con el gran jefe, atravesado por una espada aún mas grande. Eso solo podía significar una cosa, una nada buena.
Sephiroth.
Cosa complicada, sin duda.
Hasta donde yo sabia, había muerto.
Todo ocurrió... el recuerdo está confuso, os lo contaré lo mejor que pueda.
Volvía a mi ciudad natal, Nibelheim, ese pequeño pueblo entre las montañas, con ganas de ver a Tifa, ilusionado por viajar junto al gran héroe de la guerra, Sephiroth. Habían pasado años desde que me fui de allí buscando la gloria de una guerra acabada y esa era mi primera misión, debíamos localizar el origen de los monstruos que poblaban la zona alrededor del reactor de MAKO en las montañas y neutralizarla.
Sorpresa de sorpresas, Tifa sería nuestro guía.
Tras un accidentado viaje llegamos al reactor para descubrir que estaban usándolo para crear aquellas criaturas de las que nos habían pedido encargarnos. Cerramos la alimentación del sistema, problema solucionado... ¿no?
Parece ser que no. Nuestro líder, perro viejo, investigó en los archivos de la Mansión Shinra, aquella vieja casona que presidia el pueblo desde siempre, encontró el laboratorio bajo la mansión y devoró toda la información allí guardada... desapareció durante días... lo descubrió todo acerca de si mismo.
Hace miles de años una antigua raza vivía en equilibrio con la energía del planeta, la fuerza vital, eran los ancianos o cetra. Toda esta raza desapareció, o casi. Todo lo que quedó de ella fue un único ejemplar semi fosilizado de 20.000 años de edad, aquella mujer se denominó como JENOVA.
Como parte de su proyecto armamentístico SHINRA utilizo las células de este ejemplar, injertadas en el útero de una mujer, para crear a un ser nuevo.
Como habréis adivinado, no puede ser otro que Sephiroth.
Esto explica su poder antinatural, su sabiduría innata, su... naturaleza. También fue nuestra perdición.
No pudo soportar todo aquello, algo se rompió dentro de él, puede que en realidad consiguiese una claridad que otros siempre ignoraremos. La realidad es que se volvió loco. Arrasó el pueblo, lo quemó hasta los cimientos matando a casi todos los presentes. Atravesó las montañas y allí reclamó a su madre, encerrada en una urna de cristal, conectada al sistema que fabricaba los monstruos, una extraña fuente de materia prima para un aún más extraño resultado.... y allí murió.
No se como lo conseguí exactamente, pero allí murió. O eso creía.
Volviendo a la historia... disculpad mi distracción en estos temas del pasado. He creído necesario contároslo para que entendáis la gravedad de la situación a la que me enfrentaba.
El hijo del presidente SHINRA, Rufus Shinra, se hizo cargo de la situación y tomo la empresa. Sephiroth robó el ejemplar de JENOVA, guardado en los laboratorios de la central. Por nuestra parte, nosotros huimos como pudimos de la ciudad y ... la verdad es que es una historia muy larga de contar, creo que ya os deberíais haber hecho una idea del lio monumental en el que andábamos metidos.
Sephiroth vivo, tras tantos años y en poder de GENOVA, solo podía significar una crisis a escala global, algo que, en ultimo termino, acabó amenazando la existencia del propio planeta... realmente una historia muy larga.
Conocimos gente, nuevos aliados y enemigos por igual.
Descubrimos quien somos realmente.
Perdimos amigos, o más que amigos, por el camino....
Fue un arduo viaje, que mereció ser viajado.
Cuidado chicos.
ResponderEliminarSpoilers (y gordos)
Este no ha contado el final de juego de milagro...
Yo tenía el FF VIII. No era un juego que de primeras me llamará demasiado la atención pero al final me vicié mucho, y eso que sólo llegué a acabar el segundo disco de los cuatro que traía (me atasque porque me mataba una bruja constantemente XD). Tenía una historia muy imaginativa pero compleja y un sistema de combate por turnos muy curioso (molaba muchísimo invocar los guardianes de la fuerza, una especie de dioses que combatían contigo). Aún así todo el mundo dice que fue mejor el VII, que marcó a una generación, así que tuvo que ser muy muy bueno.
ResponderEliminarLa verdad es que lo único que tienen en común los distintos final fantasy es el sistema por turnos, el nombre, y la bada sonora de Nobuo Uematsu, aunque creo que alguna de estas cosas se ha ido perdiendo con el tiempo, no estoy seguro de como van los ultimos numeros.
EliminarEn el VII el sistema de magia era bastante distinto al de los guardianes de fuerza del VIII, se usaban unas piezas de cristal llamadas materia que engarzadas en las armas permitian usar magia, invocaciones o habilidades.
Y respecto a la banda sonora... simplementé diré que anualmente se interpreta en un concierto a orquesta completa, el distant worlds.