Bosch. T1-T2
A pesar de que siempre me han gustado las series policíacas (adoremos todos a The Shield) tengo que reconocer que suelen ser un poco tópicas. Tampoco se puede innovar mucho. Policía corrupto o no corrupto, caso (casi seguro que un asesino en serie anda suelto), resuelvo el asesinato porque soy un genio, volvemos a empezar. La variación y lo que puede hacer grande o una serie o a una película policíaca son el contexto geográfico, social, temporal y, sobre todo, la personalidad de los protagonistas. Cuando estos ingredientes se mezclan y funcionan juntos salen obras maestras como True Detective (adoremos todos más fuerte). Sin embargo, hay una gran cantidad de series policíacas de menor calidad que parecen competir por tener un detective protagonista más violento, más alcohólico, más traumatizado y, sobre todo, más oscuro e intenso que la serie competidora, hasta el punto de que todo acaba resultando forzado y te preguntas quién hace la selección de personal en la policía estadounidense.
Bosch (Amazon, 4 temporadas hasta el momento), no es perfecta. Algunos de esos lugares comunes están ahí, como el asesino en serie en la temporada 1 y los problemas familiares del protagonista. Visualmente es correcta, sin alardes, a veces tiene pinta de telefilm noventero. Y, sin embargo, desde lo clásico de su propuesta, es distinta y merece la pena. Primero, Harry Bosch es un personaje muy bien escrito. No he leído ninguno de los libros en los que se basa la serie, pero gozan de cierta reputación en el mundillo de la novela negra y su autor, Michael Connelly, es productor y guionista de la serie. La madre de Bosch era prostituta y fue asesinada cuando él era pequeño, sin que se encontrara nunca al culpable. Él fue a parar a un orfanato, donde sobrevivió como pudo al maltrato de cuidadores y compañeros hasta que pudo irse de allí. Está divorciado y tiene una hija adolescente que vive con su madre lejos de Los Ángeles, donde él trabaja. A pesar de todo este drama, Harry no es ninguna clase de personaje disfuncional, tiene una buena relación con su familia y tampoco está obsesionado por el caso de su madre. Es serio, cumplidor, buen compañero y tiene un gran sentido de la justicia, que no romperá por nadie (que se lo pregunten a la policía con la que empieza una relación en la T1). Extrañamente, es la "normalidad" del detective el punto más original de la serie.
Por otra parte, el ritmo es más bien pausado, sobre todo en los primeros capítulos de la primera temporada. Aquí no hay análisis de ADN ni comparativas de huellas que se hagan en unos segundos pulsando un botón (va por ti, CSI). El avance de la investigación lleva su tiempo y es bastante coherente, no hay esos momentos de "se lo ha sacado de la manga" que se ven tanto en las series policíacas. Bosch no es un genio, es un trabajador. Con todo ello, incorpora también una serie de tramas políticas y judiciales, como la campaña para la elección de alcalde de Los Ángeles o un caso que Bosch tiene abierto por haber abatido a un sospechoso desarmado que mantienen el interés y son bastante críticas con el sistema y los medios de comunicación.
La segunda temporada (todavía no he visto las dos siguientes) es superior a la primera, sobre todo porque capta el interés desde el principio gracias a un caso que empieza de manera relativamente sencilla (mafia armenia, deudas, femmes fatales...) y termina ramificándose hasta llegar a unos últimos capítulos sorprendentes y llenos de tensión. Una serie más que digna que, si se ve sin la expectativa de que vaya ser una obra maestra, resulta entretenida y disfrutable.
Pendiente de ver!
ResponderEliminarPrimer capítulo visto, me está gustando mucho Jorge!
EliminarSegunda temporada vista y soy contrario a tu opinion Jorge, me gustó más la primera. Más fresca y nueva, esta está bien, pero no deja de ser una repetición de esquema, casos que casualmente se entrecruzan. Vamis a por la tercera!
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