Mass Effect

Supongo que, para desgracia de mi padre, nunca he sido mucho la ciencia ficción. Y es que a mí siempre han ido más los caballeros de brillante armadura y elevados valores morales que, espada en mano, se enfrentan un enemigo cruel, malvado y, seguramente, con una superioridad numérica aplastante haciendo que las probabilidades de supervivencia de nuestro bienamado héroe sean prácticamente nulas. Y es que, si hay algo épico en esta vida, es el hecho de morir en batalla defendiendo tus ideales y dando la vida por algo superior a uno mismo. Eso es lo que me habían enseñado los libros y las películas que a mí más me gustan desde pequeña y, ahora que no lo soy, también los videojuegos.

Entenderéis entonces los sentimientos encontrados que tuve cuando Jorge me regaló el Mass Effect y es que todavía no sabía que iba a ser el juego de mi vida, pubrina de mi (y cuando digo el me refiero a la trilogía completa). Es por esto que he creído que sería el juego ideal para inaugurar esta nueva sección en el blog.

Quien más y quien menos ya me habréis oído cantar las alabanzas de este juego pero, para los que  aún no me hayáis sufrido, os diré que Jorge me había convencido de jugar al Mass Effect diciéndome que es de los mismos creadores que el Dragon Age. ¡Oh, el Dragon Age, que grandes momentos había pasado al lado de Alistair y Zevran! Pero esa es otra historia que ya os contaré un día.

El Mass Effect es un juego de rol en la que las decisiones que tomes marcan tanto tu personalidad como ciertos desenlaces del juego sin llegar a ser un juego de mundo abierto como el Skyrim ni de mundo totalmente cerrado como el Assassins Creed. Una de las muchas ventajas de este juego es que la historia está creada para que disfruten tanto hombres como mujeres, de manera que puedes escoger el sexo de tu personaje sin que eso modifique realmente el hilo principal de la historia, tan sólo tendrá cierta relevancia a la hora de tener algún tipo de romance con el resto de personajes del juego. En cualquier caso tú eres el Comandante Shepard y puedes escoger tanto tu apariencia externa como tus habilidades, tu historia pasada y si eres, digamos, bueno o malo aunque a lo largo del juego irás viendo que, al igual que pasa en la vida real, no todo es blanco o negro.

El Comandante Shepard es el primer Espectro humano (un cuerpo especial entre militar y policial que no responde ante nadie, una especie de agente 00) además de pertenecer a los N7 (la elite militar humana).

¿Cómo contaros de qué va? Difícil, se trata de una historia compleja que intentaré simplificar lo máximo posible.

Todas las especies más evolucionadas de la vía láctea se ven amenazadas por losSegadores, una raza alienígena mitad máquina orgánica que, como su nombr indica, se dedica a recolectar o cosechar aquellas razas más avanzadas preservando su ADN creando un nuevo Segador. Este proceso es cíclico y se repite a intervalos regulares de 50.000 años.

¿Y esto por qué? Bueno, pues resulta que es la solución más lógica que encontró alguien hace muchísimo tiempo para solucionar el eterno problema que siempre surge entre sintéticos y orgánicos. 

Shepard lucha incansablemente contra los Segadores por la supervivencia de todos los seres vivos de la galaxia, tanto orgánicos como sintéticos, intentando hacer un frente común con todas las otras especies más evolucionadas que encuentra en su camino. Podríais pensar que todo el mundo está a favor de no extinguirse, que la supervivencia podría ser un buen motivo para unir fuerzas y luchar todos juntos. Sería lo más lógico, ¿verdad? Pues no. Para empezar poca gente cree en la existencia de los Segadores, es como una especie de leyenda perdida en el tiempo, un mito para asustar a los  niños. Por otro lado los humanos no están demasiado bien considerados por el resto de las razas que pueblan la galaxia. Esto se debe a que el carácter de los humanos sumada a su esperanza de vida hace que se hayan ganado la fama de ser, digamos, temerarios, agresivos, impulsivos... Eso por no hablar de las demás razas y sus propios odios internos. Todo esto hace que la gente esté poco predispuesta a colaborar. Y, ya por último, no se dispone de la tecnología armamentística necesaria para enfrentarse a los Segadores con unas mínimas probabilidades de éxito. 

Y esta sería la premisa del juego sin hacer spoilers sobre el mismo. Por supuesto hay misiones secundarias y relaciones con todo tipo de personajes, de tu especie y de otras... Aunque el salseo no es lo principal, las relaciones personales que acabas forjando con la gente que te rodea dan un plus de realismo al juego que te hace disfrutar aún más si cabe de toda la historia. Me explico. Desde que empiezas tu misión en el Mass Effect 1 hasta que la acabas en el 2, han pasado varios años. En esos años te has ido rodeando de gente con la que has ido viviendo diferentes situaciones que han ido dejando huella en ti de alguna manera y tú en ellos. Habrá gente con la que te lleves bien, habrá gente a la que detestes, si te implicas en el juego, si lo vives como yo lo hago, te importará quién vive y quién muere. 

Os contaré una pequeña vivecdota. Estaba yo jugando por primera vez al Mass Effect 2, en una de esas misiones teóricamente rutinarias de búsqueda y recolección de compañeros que te quieran acompañar al fin del mundo. No sabía mucho sobre la persona que buscaba, en realidad nadie sabía mucho, sólo un alias y una localización. Había conseguido infiltrarme entre un grupo de mercenarios para intentar llegar a él, convencerle de que se uniera a mí y, luego, salir de allí de alguna forma. De eso ya me ocuparía más tarde. El plan se fue cumpliendo según lo previsto… hasta un punto. Ese punto, ese giro, ese hecho inesperado consiguió levantarme de un salto gritando mientras la gente de mí alrededor me miraba con cara de desconcierto. 

¡Eso es lo que te da este juego! ¡Emoción! Te hace sentir, te hace estar allí, luchando para que la gente que te importa tenga un futuro. Si tuviera que escoger una palabra, sólo una, para definir el Mass Effect sería, sin lugar a dudas, épico. Te emociona, te llena de coraje, de valor, hace que se te pegan los pelos de punta, que quieras luchar y mandar a esos malditos Segadores al abismo oscuro del que salieron. ¡Dios, es brutal! ¡De verdad, hacedme caso, dejar de leer este post y poneros a jugar ahora mismo! Han pasado 15 años desde el estreno del primero juego de los cuales puede que yo lo lleve jugando 12 años, 12 años de pura magia que sigo disfrutando como el primer día. Hace poco han vuelto estrenar la trilogía completa con todos los DLCs, totalmente remasterizada para las consolas de última generación. Solo diré una cosa: dinero bien invertido.