El guardián invisible
Gran sorpresa hoy en Netflix con El guardián invisible. Se trata de la adaptación de una novela que, si no me equivoco tiene el mismo nombre.
La película se desarrolla en tierra de Navarra. En los márgenes del río Baztán empiezan a aparecer cuerpos desnudos de varias pre-adolescentes en circunstancias un tanto extrañas, que hacen que se entremezcle la crudeza de los crímenes con la mitología local. La inspectora Amaia Salazar dirige la investigación de estos asesinatos, lo cual la llevará de vuelta a su pueblo natal, Elizondo, del que ha intentando huir toda su vida tratando de dejar su pasado atrás. Enfrentada con las complicadas derivaciones del caso y sus propios fantasmas, la investigación de Amaia es una lucha frenética para dar con un implacable asesino, en una tierra plagada de supersticiones y brujería.
En estos aspectos esta película me recordó al libro Plelinulio, de Antonio Muñoz Molina, y a True Detective (la primera temporada, por supuesto). A Pleinulio me recordó por esa investigación, prácticamente en solitario, por parte de una inspectora atormentada por su propio pasado, esa lucha contra reloj intentando evitar una próxima victima, ese ambiente tan del norte que, de una manera u otra, se respira en los dos casos, ese clima frío, húmedo, hostil que tanto me enamoró en ambos casos... En cuanto a True Detective me recordó por esa mezcla perfecta entre la brutalidad de unos crímenes en serie y esa especie de mitología, de magia, que lo envuelve todo de una manera tan sutil que hace que no sientas rechazo por verlo en un thriller policíaco.
Las dos referencias con las que la comparas son obras maestras, así que habrá que verla. Por cierto, te metes con él, pero te va a acabar gustando el policíaco... :P
ResponderEliminarMe estoy dejando seducir lentamente por lo noire...
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