Serie Aubrey-Maturin de Patrick O'Brian
Esta colección de libros pasó por mis manos siguiendo una trayectoria de infaustas y faustas casualidades que, afortunadamente para mí, terminaron bien. El primer libro de esta colección, Capitán de Navío, en realidad el segundo de la serie, me lo regaló mi padre a mediados o finales de los 90s, en un aniversario o quizá en unas navidades, no lo recuerdo bien, pero el caso es que entró en el club de los pocos libros que abandoné antes de llegar a completar una cuarta parte. Hay que remarcar que soy de esos que no abandonan fácilmente libros en la cuneta, siempre doy una oportunidad al autor, oportunidad que habitualmente se extiende hasta la última página del libro pero, por las espinas del Alcaudón, ¡qué mal escrito estaba ese libro! Nada tenía sentido, los personajes se enfarfullaban en una trama portuaria incomprensible y tremendamente aburruda. Allí quedó el libro, abandonado y criando polvo en un estante bajo de mi libreria, estantes alejados de la vista, para libros condenados que no merecen más, hasta que en año 2000 fallecio el autor y empezaron a salir como setas reseñas ensalzando su obra, reportajes en la tele y hasta algún artículo en el dominical del periódico escrito por Arturo Pérez-Reverte, escritor de confianza, almenos para libros de aventuras y de mar. Así que me pregunté: ¿De verdad? ¿En serio? ¿Me estáis hablando del mismo Patrick O'Brian que leí yo hace años? ¡No puede ser! ¿Qué está fallando? No recuerdo bien cómo y cuándo compré el siguiente volumen, no sé si fue por despiste y quedar cautivado por sus portadas con grandes olas y navios ensarzados a cañonazos, o si fue más voluntario a raíz de alguna de estas reseñas. El caso es que lo compré y quedé cautivado para siempre. Ya no pude parar, en un par de años compré y leí todos los demás. Esta colección está editada en España por Edhasa, y tengo que decir en su contra y a favor del autor, que hay algunos de los volúmenes, sobretodo los del principio, ¡deplorablemente mal traducidos! La culpa de mi inicial abandono la tenía el traductor, al que en lugar de crucificarlo, la editorial siguió dejando traducir otros volúmenes. Fue la casualidad quien quisiera que la segunda novela que leí fuera una de las últimas, que diferencia, que bien escrita (y/o traducida) estaba, como enganchaba, que rápido se lee, todo transpira a mar, olas, barcos de madera, velas. Total, que finalizado este, le dí una nueva oportunidad a Capitán de Navío y en poco tiempo los fui comprando compulsivamente todos. A título de ejemplo diré que en 2003 estuve 3 semanas en Kiel, Alemania, procesando datos de la tesis y me leí los 3 ejemplares que me llevé para pasar el rato por las noches.
La serie de libros Aubrey-Maturin, escrita por Patrick O'Brian entre 1979 y 2000, transcurre durante las Guerras Napoleónicas y se centra en la amistad entre el capitán Jack Aubrey de la Royal Navy y su amigo el cirujano Stephen Maturin, quien además de hispano-irlandés es naturalista y agente secreto. La serie consta de 20 novelas, más una inacabada debido al fallecimiento del autor en el año 2000, que ahora ocupan una estantería preferente en mi librería, junto a otros libros de mar de los que hablaré más adelante.
En sus novelas, O'Brian transmite con todo lujo de detalles y gran pasión el aire marinero de la epoca, usando sin miedo terminología náutica, nombres de velas, maniobras, partes de la jarcia, rumbos según la dirección del viento, etc, que hacen que el lector se sumerja en el ambiente y el fragor de las batallas, huela el olor acre de la pólvora, esquive la lluvia de astillas al impactar una bala de cañon en cubierta, sienta el ruguir del mar o se vea abordando a otro barco al grito de Surprise, el nombre de la fragata comandada por Jack el Afortunado, junto con Tom Pullings y todos los demás.
En parte estoy deseando volver a reler toda la serie, y en parte tengo miedo de que con esta segunda lectura desaparezca la magia, producto de una epoca o etapa de mi vida. De lo que sin duda me arrepiento, es de que por falta de presupuesto, en esa época era un humilde estudiante de doctorado que alargaba como podía su beca FPI, no me comprara los 20 ejemplares en edicion de tapa dura. Los compré casi todos en edición de bolsillo, y obviamente no es lo mismo. La recomiendo de corazón, pero si la leeis no me hago responsable de vuestras ansias de salir a navegar, circunavegar a vela el globo terraqueo, oler el salitre, saltar olas empujados por los alisios...
La película que de esta serie se hizo, Master and Comander, protagonizada por Russell Crowe, está bien, fusiona varias de las novelas en una única aventura, y trata a los personajes y argumentos con cierta fidelidad, pero nos deja con ganas de más. ¡No es lo mismo!
Ojalá compartiera tu entusiasmo pero da gusto oír a un hombre hablando de su pasión, Mario del Mar.
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