The crown

Recién acabado el último capítulo de la primera temporada de The Crown sólo puedo decir que he disfrutado mucho viéndola. Por ahora sólo consta de una temporada de diez capítulos de una hora cada uno, aunque se sabe que habrá una segunda temporada. No se trata de una serie rápida y dinámica, y el hecho de que cada capítulo dure una hora no la hace más fluida, pero si que es muy interesante.

La serie comienza con los últimos días del reinado de Jorge VI, con la boda de la princesa Isabel en 1947, y continua con los inicios del reinado de Isabel II. Sin embargo, a lo largo de la serie se van produciendo flashbacks que permiten ver distintos momentos de la vida del rey Jorge durante la infancia de Isabel.

A lo largo de la serie vas viendo cómo Isabel va sufriendo una transformación, cómo va renunciando a sus ideales, a su forma de ser, de pensar, cómo va rompiendo promesas para ella sagradas, todo por algo que consideran más importante, algo que está por encima de todos, incluida ella misma: la Corona. Isabel va adquiriendo una apariencia fría e insensible incluso con sus más allegados a medida que va aprendiendo lo que implica ser reina.

Admito que mis conocimientos de historia sobre el tema son limitados pero, por lo que pude ir investigando paralelamente sin hacerme spoilers, el relato histórico es muy preciso. No se limitan a dar una visión superficial de la monarquía británica, sino que se mojan tocando temas personales y puede que espinosos (al menos para la época) sobre miembros de la realeza. Se tiene previsto que The Crown conste de seis temporadas, llegando a la época actual del reinado de la reina Isabel II, por lo que tendremos la oportunidad de comprobar si se siguen mojando en los distintos momentos delicados que han vivido los miembros de la familia real británica.

Para mi, sin lugar a dudas, el mejor personaje de esta temporada ha sido Winston Churchill, interpretado por John Lithgow con una fuerza  y una energía superiores.